Alaska, el escenario simbólico de una cesión diplomática
El lugar donde se reúnen Trump y Putin es una antigua colonia rusa que se vendió a Estados Unidos en 1867 por 7,2 millones de dólares, pero que mantiene entre sus comunidades ortodoxas rusas celebraciones del calendario juliano

Donald Trump y Vladimir putin, en una rueda de prensa conjunta ofrecida en julio de 2018 en el Palacio Presidencial de Helsinki (Finlandia). / Anatoly Maltsev (EFE)

La elección de Alaska como sede para el encuentro entre Donald Trump y Vladimir Putin no es casual ni meramente logística. Es una decisión cargada de simbolismo que revela tanto la voluntad del presidente estadounidense de acercarse a su homólogo ruso como la complejidad histórica que une a ambos países en ese remoto rincón del mundo.
Más información
Alaska, antigua colonia rusa vendida a Estados Unidos en 1867, representa un espacio donde convergen intereses estratégicos, memorias imperiales y tensiones contemporáneas.
La base militar Elmendorf-Richardson, donde se celebrará la reunión, fue durante la Guerra Fría un bastión frente a la amenaza soviética. Este enclave, situado a unos 5.400 kilómetros de Washington y a casi 7.000 del Kremlin, se convierte en el escenario de una conversación que excluye a Ucrania, el país agredido por Rusia, y que se celebra en un territorio donde Putin no corre el riesgo de ser detenido por la orden del Tribunal Penal Internacional.
La huella rusa
En tiempos de guerra y polarización, el lugar elegido para dialogar importa. Y en este caso, Alaska habla por sí sola. La antigua colonia rusa hasta su cesión a Estados Unidos en 1867 por 7,2 millones de dólares, conserva vestigios culturales y religiosos de su pasado, como las comunidades ortodoxas rusas que aún celebran festividades según el calendario juliano.
Durante la Guerra Fría, la región se convirtió en un bastión defensivo frente a la amenaza soviética, con instalaciones militares clave como la base que acoge esta cumbre.
La elección de Alaska como sede no es fortuita: su proximidad geográfica y su historia compartida con Rusia la convierten en un terreno diplomáticamente significativo.
Cabe destacar que, debido a la orden de arresto internacional emitida por el Tribunal Penal Internacional contra Putin, su presencia en otros países occidentales sería inviable, mientras que en territorio estadounidense no se enfrenta a ese riesgo.

Victoria García
En la SER, desde hace casi tres décadas, con algunas ausencias. Antes en Antena3 Radio y TV. Trabajé...




