El alcalde de La Alberca (Salamanca) denuncia la situación de los bomberos: "Son peones que se juegan la vida por 1.300 euros"
Los agentes forestales sufren precariedad laboral y escasez de medios

El alcalde de La Alberca (Salamanca): "Aún estoy ajustando todo en mi mente. Lo hemos pasado muy mal"
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La ola de incendios que está azotando España este verano deja al descubierto la falta de previsión de las administraciones, la falta de medios y las precarias condiciones de aquellos que se juegan la vida luchando contra el fuego. Muchos son voluntarios que se animan a colaborar para ayudar a su comarca, pero que no cuentan con los medios para apagar los fuegos.
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El alcalde de La Alberca (Salamanca), Miguel Ángel Luengo, ha recordado los "dos días muy malos" que ha pasado por el incendio cercano a su pueblo. "Aún estoy ajustando todo en mi mente. Lo hemos pasado muy mal. Avisamos a la Junta de Castilla y León y dijimos que era conveniente dejar un retén vigilando, pero nos dijeron que no había gente suficiente", ha indicado Luengo.
El alcalde ha denunciado que la gente que ha estado luchando contra el fuego en su pueblo "no tienen la categoría de bombero". "Son peones que se están jugando la vida por 1.300 €, con la paga extra incluida, con las vacaciones, que no se les reconoce la categoría de bomberos, es que parece mentira. Se están jugando la vida y son los peones los que están salvando", ha denunciado Luengo, que celebra que este viernes la cosa ya esté normalizada.
Luengo cree que deben celebrar este 15 de agosto porque el pueblo se lo merece. "Entiendo que hay mucho miedo, mucha incertidumbre. Todavía con el corazón, con una parte puesta en el incendio y otra puesta en las fiestas, pero hay que seguir celebrando", ha indicado el alcalde.
Su queja la compartió este jueves por la noche en Hora 25 el periodista de El País Juan Navarro, que denució que algunas cuadrillas trabajan al límite, sin dormir y con escasa comida. "Están al límite de fuerzas y podría ocurrir algún incidente grave", indicó.
"Yo me pongo en el pellejo de esos bomberos y de sus padres, madres e hijos, que también tienen. ¿Qué sentirán? Luego veo una nómina de 1.300 € y los veo trabajando de voluntarios, se me pone la piel de gallina. Los veo de voluntarios cuando están en su día libre yendo a deslomarse y a trabajar al día siguiente", indicó Navarro.




