Autoras que desmontan Disney: "La vida es cruda, no un cuento de hadas"

Madrid

Estamos en el fin de semana de mayor concentración de fiestas populares en España. Conciertos, festivales, bandas y charangas recorren nuestro país, allí donde el fuego lo permite. Así que les animamos a salir de fiesta con nuestra primera invitada, una alicantina que nos presenta, desde A Coruña, la historia de una generación que sale, se droga, bebe y folla entre el caos y la contaminación de Madrid.

Suya era la noche es la primera novela de María Ovelar y bebe de sus experiencias en esas tres ciudades. Una búsqueda del deseo de quienes ha crecido con Disney y el amor romántico, para acabar en Tinder buscando satisfacciones inmediatas. "Somos la sociedad del amor líquido de Bauman, relaciones inmediatas, sin profundidad, intimidad ni placer, al final", advierte la escritora, poeta, periodista y traductora.

María Ovelar: "Hay una generación que creció con Disney y ha terminado en Tinder. Ambas versiones del amor no son maravillosas"

Nuestra segunda invitada hace años que dejó el ruido y el estrés de la capital para instalarse en medio de la nada, en un pequeño pueblo rodeada de naturaleza. Se llama Glòria de Castro, nació en Caldes de Montbui, provincia de Barcelona, y trabajó durante veinticinco años en el mundo de la publicidad en Madrid. Hoy vive en un pequeño pueblo de Mallorca. Los templos solemnes es su segunda novela y, como la de María Ovelar, también tiene su dosis de autoficción y canciones de The Smiths.

Nos cuenta la huida de Nina y su familia de la gran ciudad a una casa en ruinas y en medio de un campo devastado, en un espacio violento, en un ambiente casi distópico. Un incendio lo ha arrasado, se producen tormentas eléctricas y hay temor a un gran apagón por las tormentas solares. La novela es una búsqueda de la belleza y "el negacionismo climático nos aparta de la belleza, porque la naturaleza es el último lugar donde encontrar esa belleza", advierte la escritora.

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La casa a la que se muda Nina es la casa de verano en la que su padre cazaba con los niños, con ella y con su hermano, en la que descuartizaba animales. Nina está familiarizada desde pequeña con la muerte, con la sangre, con las vísceras. La escritura de Glòria de Castro está muy influenciada por los cuentos originales de los hermanos Grimm, que menciona en el libro. "Los niños necesitan familiarizarse o ver qué relación establecen con el miedo, con la sangre, que es lo que se van a encontrar en la vida. En esos cuentos hay mutilaciones, cortan a mujeres en pedacitos, hay sangre. Y hoy Disney lo ha dulcificado todo, todo es empatía, educación emocional. Creo que hay que normalizar su relación con el miedo, en vez de apartarlo, el miedo también crea una sensación de incertidumbre que está bien".

Glòria de Castro reflexiona sobre el poder de la naturaleza y el cambio climático. También lo hace Secundino Hernández en el MUSAC, el Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León, que celebra su vigésimo aniversario con tres exposiciones que reflexionan sobre la naturaleza, la abstracción y la metamorfosis. Es la segunda gran exposición que Secundino Hernández protagoniza en España este año. La primera fue en Madrid y ahora desembarca en León con una muestra que podrá verse hasta el 19 de octubre y que recoge 35 obras de la última década con un atractivo añadido: diez de ellas nunca se han expuesto antes en público.

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"Es una reunión de casi todas las series que he ido trabajando los últimos diez años. Sobre todo hemos basado la exposición en la idea de los cuadros que están cosidos, unos trabajos basados en una ética de aprovechamiento del material, de lo que hay en el estudio, de los recursos, de lo mínimo, que es la gracia que yo creo que tiene la pintura como disciplina. Que todavía sigue siendo muy milagrosa y con un poco de aglutinamiento, puedes seguir desarrollando un mundo, sobre todo un mundo interior", explica el pintor.

Estación total, que así se llama la exposición, toma el nombre de un poema de Juan Ramón Jiménez y cuenta con obras de gran formato, que representan todo un tratado sobre cómo el artista entiende la abstracción y el origen de sus obras. "En mi obra puramente pictórica encontramos muchas cosas sobre el origen de la naturaleza, de las ideas, de dónde vienen, de dónde partimos, a dónde vamos, que son preguntas esenciales, pero que son inevitables a la hora de de enfrentarte en un lienzo en blanco y crear".

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Cuadros que no pueden leerse sin el entorno que los acoge, en un diálogo entre obra y espacio que invita a la reflexión pausada. "Es un lujo exponer estas salas, que invitan a la contemplación, que invitan a la reflexión, algo que hoy en día está tan de lado, porque nuestras exigencias cotidianas nos lo impiden. La pintura, en ese sentido, es una disciplina lenta, es un trabajo que va en otra en dirección".

Y terminamos La Hora Extra con teatro. La semana que viene volveremos al Festival de Mérida, con Pepón Nieto, hoy nos detenemos en Asturias, en Candás, que celebra la trigésimo quinta edición de su Salón de Teatro Costumbrista. El teatro costumbrista asturiano ha sido declarado como Bien de Interés Cultural. Hasta el 24 de agosto, el pequeño y coqueto coliseo de esta villa marinera coge 14 funciones, entre ellas 12 estrenos, de otras tantas compañías llegadas de todos los puntos de la región. Cita fundamental para los dramaturgos asturianos que escriben o interpretan situaciones cotidianas, que dibujan perfectamente la personalidad de quienes habitan este paraíso natural.