Julio Iglesias y el nacimiento de un mito
Esta semana dedicamos el programa a recordar el directo del cantante español en el Olympia de París

Cuando Julio Iglesias conquistó París
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Madrid
Hace muchos años, en una entrevista, Julio Iglesias dijo una frase que bien resume la historia de la música. “Toda leyenda está siempre mucho más cerca de la mentira que de la verdad. Las leyendas son una mierda”, añadió.
Julio Iglesias ha sido muchas cosas en su carrera. Un portero de fútbol. Un niño bonito del régimen. Un joven cantante. Luego una estrella. Un latin lover, un mito y finamente un meme. Su historia está repleta de leyendas. Unas son ciertas -como su increíble cifra de ventas-, otras son mentira como las supuestas 3.000 mujeres que pasaron por su cama. Todo eso lo que ha provocado con el tiempo es que olvidemos lo realmente importante. La música.
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Y entonces llegó Julio Iglesias
En 1976, Julio Iglesias llegó a París para cumplir el sueño de tocar en el teatro Olympia de Paris, el templo de las grandes voces francesas y también europeas, el salón de Edith Piaf y la sala de juegos de tantos otros. La voz de Julio nunca fue la de las grandes estrellas, la de su adorado Sinatra o la de sus coetáneos españoles, pero Julio lo tenía claro y lo resumió todo bien en otra frase. “El arte de cantar no es tan importante como el arte de encantar” y Julio era un encantador capaz de enamorar con un disco de villancicos en alemán o de llegar al número 1 en Holanda cantando a Galicia.
De las mil noches de Iglesias una de las más especiales tuvo lugar en París, en una plaza que otorgaba brillo a las carreras de los cantantes. Esta semana recordamos aquel concierto y ese momento de despegue de la carrera de Julio y lo hacemos de la mano de Igor Paskual y con los reportajes de Lucía Taboada.
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