Por qué es tan complicado escapar del imperio Amazon: "Nos tiene atrapados"
Amazon Web Services sostiene buena parte de la infraestructura digital del planeta. Empresas, gobiernos y usuarios dependen de su nube

Por qué es tan complicado escapar del imperio Amazon: "Nos tiene atrapados"
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Amazon Web Services (AWS) es el motor invisible que sostiene buena parte del mundo digital. Lo que comenzó en 2006 como una solución interna para gestionar los servidores de la tienda online de Amazon, se ha convertido en el líder mundial de la computación en la nube. Hoy, AWS no solo es el negocio más rentable del gigante fundado por Jeff Bezos, sino también una pieza clave del engranaje tecnológico que permite que funcionen desde plataformas de streaming hasta servicios públicos esenciales.
"Nos tiene atrapados", explicaba Jaime García en el programa Cibermillonarios de la SER. "Empresas como Netflix, Spotify, Airbnb o Zoom no tienen infraestructura propia: alquilan la de Amazon". También lo hacen instituciones como el Metro de Nueva York o grandes bancos europeos. "Cuando AWS sufre una caída, algo que ha ocurrido en varias ocasiones, el impacto es inmediato", comenta. Aplicaciones dejan de funcionar, webs se caen, servicios se interrumpen. "Cuando Amazon Web Services tiene un problema, el mundo digital se detiene", resumía García.
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La nube de Amazon ofrece desde almacenamiento hasta inteligencia artificial, pasando por redes, bases de datos y seguridad. "Es el esqueleto digital que permite que internet funcione con la fluidez que damos por sentada. Pero esa comodidad tiene un precio: la dependencia", aclara García. Migrar fuera de AWS implica costes millonarios, riesgos técnicos y una pérdida de eficiencia que muchas compañías no están dispuestas a asumir. Además, Amazon ha diseñado su ecosistema para que cuanto más se usa, más difícil es salir. "Es como construir tu casa en un terreno alquilado: si el dueño decide cerrarte la puerta, te quedas fuera", explicaba García.
Aunque existen alternativas como Microsoft Azure o Google Cloud, AWS controla cerca del 30% del mercado global, según Synergy Research Group. "Su dominio es tan fuerte que muchas empresas optan por estrategias multicloud, repartiendo sus servicios entre varios proveedores para no depender de uno solo. Pero incluso así, Amazon sigue siendo el centro de gravedad", afirma García.
Lo más llamativo es que AWS no solo sostiene internet, también sostiene a Amazon. Sus beneficios permiten financiar otras divisiones, competir con precios bajos en el comercio electrónico y expandirse en sectores como la inteligencia artificial o la logística. "AWS no solo es el sistema operativo de internet, también es el pulmón financiero de Amazon", apuntaba García.
¿Hay salida? "Sí, pero no es sencilla, requiere inversión, planificación y una estrategia tecnológica a largo plazo", responde García. Mientras tanto, "AWS sigue creciendo, ampliando su catálogo de servicios y consolidando su papel como el imperio del que, por ahora, es muy difícil escapar", concluye.
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