Trump advierte a Zelenski antes de recibirle: debe renunciar a recuperar Crimea y a entrar en la OTAN

La falta de un acuerdo explícito después de la reunión de Trump y Putin en Alaska y los últimos mensajes del presidente de Estados Unidos en la red social que utiliza anticipan que la visita de este lunes de Volodimir Zelenski a la Casa Blanca no va a ser probablemente muy agradable para sus intereses.

Trump ha publicado un mensaje en el que augura que Zelenski "puede terminar con la guerra casi inmediatamente", para lo cual establece dos condiciones: que se olvide de recuperar la península de Crimea ocupada por Rusia en 2014 y también que renuncie a entrar en la OTAN.

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El aviso sobre el territorio es fundamental, ya que Zelenski se ha negado de forma tajante a desistir de su intención de recuperar las regiones ocupadas por Rusia. Mantener la integridad territorial de Ucrania es un objetivo prioritario también para los socios europeos del presidente ucraniano.

Rusia mantiene un control prácticamente total sobre la península de Crimea, que ha unido a su propio territorio mediante un puente y ha incluido como parte de la federación en la última reforma constitucional de Putin. Es una región ocupada por el ejército ruso que tiene en Sebastopol la base naval de su flota del Mar Negro.

La Unión Europea sostiene un régimen de sanciones específicas sobre este territorio que incluyen prohibiciones de importaciones, inversiones o exportaciones de carácter estratégico. Este paquete de sanciones se ha prorrogado hasta el próximo año.

La anexión no está reconocida por la comunidad internacional, aunque Rusia está intentando variar demográficamente el territorio con el traslado de hasta un millón de personas de origen ruso a esa provincia.

Mientras tanto, Volodímir Zelenski ha denunciado antes de reunirse con Trump los últimos ataques de Rusia este mismo lunes, que ha calificado de "cínicos". Unos ataques que, según el presidente ucraniano, han dejado 10 muertos y docenas de heridos en las regiones de Járkov, Zaporiyia, Odesa y Sumy.

Lejos de la OTAN

El cambio de liderazgo en la OTAN ha supuesto también un jarro de agua fría en las pretensiones de Ucrania de entrar en la Alianza Atlántica. Esa promesa repetida en varias ocasiones por el anterior secretario general, Jens Stoltenberg, ha quedado aparcada por su sucesor, Mark Rutte.

El mandatario neerlandés ha avisado ya de que este ingreso no es una prioridad, alineándose desde el primer momento con la idea de Trump, que tampoco es partidario de este movimiento en sintonía con las exigencias de Vladimir Putin.

Dentro de Europa, los países geográficamente cercanos a Rusia como los bálticos y los nórdicos son los que mantienen un respaldo más firme a la entrada de Ucrania en la Alianza Atlántica.