Un psicólogo explica qué debes hacer (y qué no) si eres hipocondríaco
"Lo que hacen es alimentar la preocupación, porque siempre hay una posibilidad remota que te hace pensar en lo peor"

Un psicólogo explica qué debes hacer (y qué no) si eres hipocondríaco
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Madrid
"Llevo unos quince años con hipocondría sin saberlo". Así arrancó Samantha Gilabert su testimonio en el programa Me pasa una cosa, de la SER. La cantante y exconcursante de Operación Triunfo compartió con honestidad el proceso de descubrimiento y aceptación de un trastorno que, según los expertos, afecta a entre el 5% y el 10% de la población.
"Hace un año y medio supe que lo que me pasaba tenía nombre. Yo sabía que había vivido algo, pero no que era un trauma. No sabía que eso me estaba afectando así", explicó. Desde entonces, ha iniciado un camino de autoconocimiento y terapia, aunque reconoce que no es fácil: "Estoy mejor, pero sigo aprendiendo a manejar la incertidumbre".
Para arrojar luz sobre este trastorno, el programa contó con la intervención de Manuel Oliva, psicólogo clínico en Center Psicología Clínica, quien ofreció herramientas prácticas y desmintió algunos mitos comunes.
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Lo que no ayuda: Google, ChatGPT y la validación constante
"Consultar Google o ChatGPT no ayuda. De hecho, puede empeorar la ansiedad", advirtió Oliva. "No hay que fiarse de estas herramientas para diagnosticar. Lo que hacen es alimentar la preocupación, porque siempre hay una posibilidad remota que te hace pensar en lo peor".
Samantha, entre risas, reconoció que aún cae en esa trampa: "Voy a coger lo que has dicho y se lo voy a poner a ChatGPT, a ver qué piensa". A lo que Oliva respondió con firmeza: "ChatGPT te dirá que puede ser, pero también que consultes a un médico. No hay que reforzar ese patrón".
Síntomas reales, interpretación desproporcionada
Uno de los puntos clave que destacó el psicólogo es que los síntomas que experimenta una persona hipocondríaca son reales. "No es que se los invente. Lo que ocurre es que la interpretación que hace de esos síntomas es desproporcionada", explicó. "Por eso, cuando el entorno responde con un 'no pasa nada' o 'te lo estás imaginando', la persona sufre aún más".
Oliva insistió en que el acompañamiento debe ser empático, pero sin reforzar el discurso negativo: "Hay que escuchar, validar el malestar, pero sin alimentar la ansiedad. No se trata de decirle que tiene razón en su miedo, sino de acompañarle a gestionarlo".
Tres claves para saber cuándo preocuparse
El psicólogo propuso una regla sencilla para distinguir entre una preocupación razonable y una hipocondríaca: frecuencia, duración e intensidad.
- "Si aparece un síntoma muy intenso que nunca has tenido, como un dolor de cabeza que te estalla, puede ser razonable ir al médico".
- "Pero si es un dolor leve, que dura dos o tres días, y no es frecuente, quizá no sea necesario alarmarse".
- "Lo importante es observar si el síntoma se repite mucho, si dura demasiado o si es muy intenso. Si no cumple esos criterios, lo mejor es esperar y no reaccionar impulsivamente".
Aprender a convivir con la incertidumbre
La hipocondría, como explicó Oliva, no se cura con una sola visita al médico ni con una prueba diagnóstica. "Es un trastorno que tiene que ver con la intolerancia a la incertidumbre. Por eso, el tratamiento pasa por aprender a convivir con ella, a no necesitar una respuesta inmediata para cada sensación corporal".
Samantha lo resumió con claridad: "Necesito herramientas para eso. Estoy en ello. Pero es difícil no buscar respuestas cuando el miedo te paraliza".
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Samantha Gilabert es hipocondriaca




