'Cometierra', la inmensa novela sobre los feminicidios que censuró el gobierno de Milei

Publicada en 2019, Cometierra, de la debutante Dolores Reyes, fue un fenómeno editorial en su lanzamiento en Argentina. En pocas páginas, la autora contaba una historia de adolescencia, sobre una joven heroína atípica, que conseguía conectar con todas las mujeres desaparecidas y asesinadas por la violencia. Lo hacía de un modo original, novedoso, embriagador, sincero y directo. "Empecé en un taller literario con Selva Almada, donde estuvimos aprendiendo. Un buen día ella dijo que se habían acabado las consignas, que tocaba escribir". Así surgió esta historia que, además de Selva Almada, han apoyado y reivindicado escritores como Carlos Zanón y Mariana Enríquez.

La novela ha tenido un viaje intenso e ininterrumpido desde 2019. Su publicación fue un éxito entre los lectores, pero también se convirtió en una novela que llegaba a colegios e institutos de su país. "Me empezaban a invitar a un montón de sitios, para que los jóvenes hablaran de la novela y eso me hizo ver que estaba conectando de una manera especial con los lectores. Yo por aquel entonces no era nada conocida y tenía mucha atención", cuenta la escritora.

La a autora argentina nos sumerge en una historia sobre la injusticia y la violencia que sufren las mujeres en la voz de una adolescente que posee un don especial. "Fue en el cementerio que quedaba a 150 metros de la escuela, donde yo trabajo, cuando surgió esa idea. Era una zona que yo conocía mucho, donde estaban enterradas víctimas de feminicidios muy sonados. La idea de la tierra, del orden de la memoria, de la historia personal e incluso del alma asociada a los huesos, la sangre, la piel... todo eso me permitía conectarme con el tema de las desapariciones, algo crucial en la historia de Argentina de antes y de ahora".

Este personaje nos recuerda a las heroínas de los cuentos y las películas, solo que mucho más terrenal. "No es una superheroína de Marvel que sale volando y para las balas de de de metal con el pecho. Es una heroína que tiene un don chiquito que justamente es conectar con la tierra y con esas personas que están en la tierra y poder ver aquello que les pasó", explica Reyes sobre la idea de unir a las vivas y a las muertas, una idea de sororidad entre mujeres en estas sociedades llenas de violencias. "Es un libro que tiene mucho que ver con el tema de la impunidad, que habla de esas familias que no saben donde están sus víctimas". La impunidad y la justicia son los grandes temas en una historia que, en definitiva, es un coming of age. "Creo que no hay absolutamente nada en la novela que hable de la venganza. Sino de justicia, de impunidad también. Se trata de marcar como la impunidad también es parte de las violencias, porque esas mujeres son borradas, son ninguneadas, como si nunca hubiesen existido. Y porque también quieren quienes buscan, en una suerte de tortura permanente, no logran saber qué les pasó, no tienen donde ir a llorar".

La autora usa un cierto realismo mágico en esta obra. "Siento que la literatura latinoamericana y argentina sí contó la violencia hacia las mujeres. Pienso en La intrusa de Borges. O El Túnel de Sábato. Pero se ha contado desde la perspectiva de los varones. Las mujeres no tienen voz en esas historias. Las mujeres no cuentan. La mayoría de las veces ni tienen un nombre y menos, capacidad de acción. Eso no es bueno". De hecho, lo que hace la autora es poner historias, dar nombre, dar vida a esas mujeres que solo son cifras en los telediarios. Además de los feminicidios, la novela conecta también con la memoria histórica al recordar a las mujeres víctimas de la dictadura. "En Argentina no puedes desaparecer. Es decir, si hablamos de desaparecidos es inevitable pensar en la dictadura. Yo nací en el 78, en plena dictadura de Videla. Crecí viendo organizaciones de mujeres buscar a sus hijos e hijas en la tierra. No importa si yo a la hora de sentarme a escribir lo pensé o no lo pensé, eso está ahí, me constituye y es parte de mi historia y es parte de lo que va a hablar cualquiera cuando lea la palabra".

Después del éxito de Cometierra, Dolores Reyes publicó Miseria, una segunda parte, donde esta joven seguía comiendo tierra y conectando con mujeres, al tiempo que crecía en su barrio en la periferia argentina, con su hermano y la ausencia de su madre, víctima también de violencia. Sin embargo, no todo fueron buenos momentos para la autora, el gobierno de Milei y organizaciones de ultra derecha persiguieron el libro. La vicepresidenta argentina, Victoria Villarruel, publicó unos fragmentos asegurando que existen comentarios que "sexualizan" a los menores y criticó al gobernador de la provincia de Buenos Aires por incluir el libro como material didáctico en escuelas de secundaria.

Ahora Prime Video ha adaptado este relato a formato serie que veremos estrenar el próximo otoño. "¡Qué locura! Que algo que nació como una idea chiquitita de un taller literario e interese a una plataforma, me parece una locura que me abruma, pero estoy contenta porque la industria audiovisual llega más masivamente que los libros y esta es una buena historia para que llegue a la gente".