Estaba de vacaciones cuando empezó la ola de incendios y se quedó ayudar: "Hemos abierto un consultorio"

Madrid

La labor de los voluntarios en estos incendios que llevamos sufriendo dos semanas es imprescindible. Cualquier ayuda que reciben los pueblos y zonas afectadas por las llamas es bien recibida y agradecida por los residentes. Este miércoles se asoma a la ventana Marta Pérez Fernández, una enfermera que se encuentra en Peranzanes, un municipio en la comarca de El Bierzo. El pueblo se encuentra aislado por las llamas, y Marta decidió quedarse a ayudar en lugar de irse.

"Estábamos de vacaciones en el pueblo de al lado, y consideré que a lo mejor hacíamos más falta aquí que yéndonos", ha explicado Pérez.

Tomar una decisión así nunca es fácil. "Claro que hubo miedo, todos los que hemos decidido quedarnos lo hemos hecho bajo nuestra propia responsabilidad. Esto no quita que no exista ese miedo y ese pensamiento de '¿realmente estoy tomando la decisión correcta? Pero ahora mismo, con la situación en la que estamos, creo que hemos tomado la mejor decisión", se ha sincerado.

"Hay un número de gente dispuesta a ayudar considerable entre agricultores, cazadores y jóvenes que conocen bien el terreno", ha comentado. La correcta organización de los voluntarios y las fuerzas del estado es clave para minimizar los daños. "Se ha centralizado todo desde el ayuntamiento, han venido bomberos de Navarra, Logroño, León... La UME también", ha enumerado.

Pérez ha destacado sobre todo la labor de los voluntarios que han decidido sumarse a ayudar. Cómo ha explicado la enfermera, muchos de estos jóvenes han venido expresamente a ayudar, por lo que no conocen el terreno, las fuentes de agua o los diferentes caminos que existen por la zona.

Pérez, por su parte, ayuda haciendo lo que mejor sabe hacer: "Abrimos un consultorio, está bien equipado y podemos dar una cobertura sanitaria importante. No hemos tenido que atender por suerte nada grave".

Como ejemplo de la importancia de la labor de los voluntarios, Pérez ha contado el caso de Chano, el pueblo vecino a Peranzanes. Los habitantes del pueblo tuvieron que evacuar y daban todo por perdido, pero, según el relato de Pérez, cinco voluntarios se quedaron en el pueblo y lograron salvar las casas de las llamas.

Si bien existe cierto peligro por la inhalación de humos y demás sustancias tóxicas, parece que por suerte el clima está a su favor. "Nosotros ahora mismo en el ayuntamiento, al haber viento del norte, no nos da el humo directamente. Pese a esto tenemos mascarillas y el equipamiento necesario", ha finalizado.