Miguel Rellán recuerda el oficio que siempre le fascinó pero nunca interpretó.
"Lo haré en otra vida, quizá en una reencarnación"

Miguel Rellán recuerda el oficio que siempre le fascinó pero nunca interpretó.
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Miguel Rellán lleva décadas en el cine, el teatro y la televisión, pero hay un papel que siempre soñó interpretar y que, según él mismo cuenta, nunca le concedieron: el de director de orquesta. Así lo relató en el programa Tres por Cuatro de la Cadena SER, donde compartió una anécdota cargada de humor y resignación. "Llevo toda mi puñetera vida intentando convencer a amigos como José Luis Cuerda, Fernando Colomo o David Serrano para que escriban un personaje así", confesó. "Y no me habéis hecho ni puñetero caso", añadió, mirando a Serrano, presente en el estudio.
Rellán explicó que su fascinación por ese rol viene de lejos: "Para ser director de orquesta o diriges la Filarmónica de Berlín, o eres millonario y te alquilas una orquesta, o eres actor y tarde o temprano te colocan delante de una". Esa obsesión se convirtió en una especie de cruzada personal.
La oportunidad, sin embargo, llegó de forma inesperada. "Unos meses después me llama David y me dice: 'Miguel, siéntate. Movistar ha aprobado la serie'. Y yo digo: '¡Bien!'. Pero me suelta: 'Tú no vas a ser el director de orquesta, va a ser Resines. Tú eres el viejo rockero'", relató entre risas. El proyecto era Sentimos las molestias, una comedia dramática de Movistar+ creada por Juan Cavestany y Álvaro Fernández Armero, en la que Rellán interpreta a Rafael Jiménez, una vieja gloria del rock que se resiste a colgar la guitarra, mientras que Antonio Resines da vida a Rafael Müller, un prestigioso director de orquesta.
La serie, que cuenta con dos temporadas y doce episodios, retrata con humor y ternura la amistad entre dos hombres mayores que se niegan a aceptar que el mundo les ha dado por acabados. "Ahí toco con Suburbano, toco la guitarra… y también el piano", bromeó Rellán. "Bueno, lo toca Barenboim, que por cierto tiene Alzheimer galopante", añadió.
Aunque no logró ser el director de orquesta que soñaba, Rellán se lo toma con filosofía: "Lo haré en otra vida, quizá en una reencarnación".
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Miguel Rellán y David Serrano




