A la caza del pirómano: los investigadores niegan que haya tramas organizadas tras los incendios forestales
La SER analiza el perfil de los pirómanos y su modus operandi con responsables del UCOMA de la Guardia Civil y de la UIFO de la Xunta de Galicia
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Da igual la magnitud de la superficie arrasada, da igual el número de hectáreas que haya devorado el fuego, da igual cómo de grande sea la tragedia, su trabajo se concentra en poco más de 20 o 100 metros cuadrados de terreno, su investigación se limita al foco del incendio. “Lo primero de todo es concretar la zona, detectar dónde se ha producido el incendio, una vez allí, vamos mirando todo tipo de vestigios porque el fuego conforme arrasa va dejando una serie de señales”, cuanta a la SER la teniente Andrea Murciano, que pertenece a la Unidad Central Operativa de Medio Ambiente (UCOMA) de la Guardia Civil.
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Unas señalas son más sencillas de localizar que otras, “en ocasiones nos encontramos acelerantes o cerillas, con eso es fácil determinar que ha sido provocado”, pero no siempre es así. Su pericia es clave para dar con los autores de los incendios provocados, ya sea por una negligencia o de forma intencionada para hacer daño.
“Se investiga igual que cualquier otro tipo de delito”, narra la teniente Murciano, que lo asemeja a un “homicidio”, en el que “la escena del crimen ha sido completamente quemada, luego inundada y luego pisoteada por los medios de extinción”, evidentemente todo eso añade “dificultad” a la investigación”, pero la experiencia de estos investigadores les permite rastrear y peinar los terrenos para detectar cualquier indicio del que seguir la pista para dar con los culpables.
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Con más de 400.000 hectáreas calcinadas, hasta el momento, la Guardia Civil ha detenido a 32 personas por su presunta participación en los fuegos que han devorado montes y pastos de varios rincones del país. Casi todos los arrestados tienen un patrón común, “son personas que conocen perfectamente el lugar en donde provocan los incendios, conocen muy bien el territorio y suelen tener algún tipo de relación con él, ya sea laboral de ocio o de residencia”, según el análisis realizado por Aurelio Mosteiro, uno de los coordinadores de la Unidad de Investigación Forestal (UIFO) de la Xunta de Galicia.
El líder de la oposición, Alberto Núñez Feijoo etiquetó la situación de “terrorismo incendiario” a través de una trama. Sin embargo, los investigadores del SEPRONA – al que pertenece la UCOMA- niegan que haya algún tipo de organización criminal detrás de la ola de incendios que castiga a España este mes de agosto. “No, no hay tramas, los pirómanos generalmente actúan de manera individual, tienen una patología psicológica y tienen esa necesidad de prender”, relata a la SER la teniente de la UCOMA que añade que los pirómanos “son los menos”. Pero no siempre actúan solos, en alguna ocasión sí se ha detectado algún grupo, “en el año 2023, en la provincia de Ourense sí detectamos un grupo pequeño que participó [en varios incendios]”, recuerda en la SER el coordinador de la UIFO de Galicia, aunque también admite que “a nivel autonómico no hemos detectado ninguna trama”.
Los máximos responsables de la búsqueda de pirómanos tampoco han detectado que hayan surgido nuevos métodos para prender el fuego, pero sí que los pirómanos toman cada vez más medidas de seguridad para no ser detectados, por ejemplo, “actúan más de noche, revisan las zonas donde van a provocar el incendio para asegurarse de que no haya alguna cámara de seguridad en la zona… Tienen más cuidado, utilizan artefactos incendiarios que lanzan desde un coche sin casi apenas pararse”.
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Desde el pasado 1 de junio, 133 personas están siendo investigadas por haber provocado algún incendio. La colaboración ciudadana es “clave” para aportar cualquier detalle que lleve a los investigadores a dar con las personas que provocaron un incendio, no siempre de forma intencionada, en la mayoría de las ocasiones, por una simple “negligencia” a la hora de trabajar en el campo, según confirman a la SER fuentes de la Guardia Civil. Estas fuentes detalla que entre los 32 detenidos, mayoritariamente, hay gente del campo, ganaderos y agricultores, que supuestamente están implicados en los terribles incendios que se han desatado este verano. La mayoría son hombres, apenas un 17% de ellos son mujeres.
