Alvise aseguró en el Supremo que los 100.000 euros en efectivo que recibió de un empresario eran para capitalizarse "a nivel personal"
El magistrado le requirió las cuentas de Se Acabó la Fiesta y el certificado de que están presentadas al Tribunal de Cuentas

El eurodiputado Luis Pérez Fernández (i), conocido como Alvise, a su llegada al Tribunal Supremo (ARCHIVO). / Mariscal (EFE)

El eurodiputado de Se Acabó la Fiesta Luis Pérez Fernández, más conocido como Alvise, declaró el pasado 11 de julio en el Tribunal Supremo que los 100.000 euros que cobró del empresario de criptomonedas Álvaro Romillo "en fajos de 10.000" lo fueron para su propia sostenibilidad, entre otras cosas, porque había prometido a sus votantes que donaría íntegro el importe de su sueldo como eurodiputado si conseguía un escaño. "No era un gasto electoral, era capitalizarme yo mismo", aseguró.
Pérez acudía al Supremo de manera voluntaria a declarar en la causa abierta en su contra por presunta financiación ilegal de su partido, tras la denuncia que Romillo presentó en la Fiscalía General del Estado junto a una batería de mensajes de Whatsapp señalando que le había pagado 100.000 euros en mano desde una de sus empresas para sufragar gastos electorales.
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Eso es lo que se desprendía de esas conversaciones aportadas, en las que Alvise llegaba a enlistar los gastos que estaba afrontando con la campaña y trasladar que le venían bien "fondos que no requieran ser controlados por el Tribunal de Cuentas". El magistrado, Julián Sánchez Melgar, le requirió para que aportase las cuentas de Se Acabo la Fiesta y la certificación de que se habían presentado al supervisor.
En su declaración, adelantada por eldiario.es y a la que tuvo acceso la Cadena SER, aseguró a preguntas del instructor que él hacía esos comentarios como "una carta a los Reyes Magos" y que habría aceptado medio millón de euros de habérselo dado Romillo. Pero no para la campaña: "Poder tener también un extra para afrontar mi vida".
Según detalló, recogió los fondos en la sede de Sentinel, una de las empresas de Romillo donde se capitalizan criptoactivos. Se lo gestionaron dos empleados de la empresa. El dinero estaba en una bolsa negra y en billetes "de 50 o 100· conformando "10 fajos de 10.000 euros". "Lo dejé en mi casa porque no iba a ir con cien mil euros por la calle", concretó.
Sostuvo además que lo tuvo en casa y fue "gastando en el día a día" y le debe quedar en la actualidad "un poquito menos de la mitad". El resto lo habría gastado según dijo en "tareas particulares". "Mi tarea constante en reunirme, desayuno y cena con fuentes de información", añadió.
Sin embargo, refirió gastos para reuniones con vistas a la puesta en marcha del partido con el que dice, quiere presentarse a las próximas elecciones generales en España, por lo que el magistrado insistió en que entonces, no serían gastos particulares.
La respuesta: "Una cosa es la agrupación de electores, otra cosa es el partido político y otra cosa es lo que yo he tenido que hacer para formular la propia estructura del partido (...) Yo reunirme con gente que pueda ser afín a mi antes de formar el partido político no lo considero un gasto de partido".




