"Era un personaje sin pelos en la lengua": adiós a Eusebio Poncela, figura imprescindible del cine de la Transición

Madrid

El mundo de la cultura atraviesa una semana especialmente sombría. A la conmoción por la muerte de Verónica Echegui a los 42 años y la desaparición de Manolo de la Calva, la mitad del legendario Dúo Dinámico, se suma hoy la pérdida de Eusebio Poncela. El actor madrileño, nacido en 1945, ha fallecido en su casa de El Escorial a los 79 años. Figura esencial de la Transición y referente del cine español más arriesgado y comprometido, Poncela deja una huella imborrable tanto en la gran pantalla como en el teatro y la televisión.

Un actor libre y transgresor

Poncela inició su carrera en los escenarios en los años sesenta, tras formarse en la Real Escuela Superior de Arte Dramático. Debutó con Mariana Pineda, de Federico García Lorca, y se ganó el reconocimiento con Marat-Sade. Pronto dio el salto al cine con La semana del asesino (1972), de Eloy de la Iglesia, en la que ya interpretaba a un personaje homosexual, adelantándose a un tiempo en el que apenas existían representaciones de este tipo en el audiovisual español.

Su filmografía incluye títulos de culto como Arrebato (1979), de Iván Zulueta, donde encarnaba a un director de cine sumido en la crisis personal y creativa, o La ley del deseo (1987), de Pedro Almodóvar, en la que interpretó a un realizador enamorado de un joven Antonio Banderas. Con el manchego también trabajó en Matador. Su compromiso con la libertad y con la defensa de los derechos LGTBIQ+ le convirtieron en una figura cultural clave más allá de sus papeles.

"Me quedo con su actitud vital ante el arte. Si pensamos en Arrebato, pensamos en él como alguien parecido a su personaje. No había separación entre su vida personal y su vida artística, y eso puede engrandecer su leyenda", ha explicado Carlos Marañón, director de la revista Cinemanía, en La Ventana del Cine.

La heroína le apartó temporalmente de los focos, pero en Argentina rehízo su vida y su carrera. De esa etapa surgió uno de sus trabajos más celebrados, Martín (Hache) (1997), de Adolfo Aristarain, donde dio vida a Dante, un personaje pansexual que pronuncia una de las frases más icónicas del cine en español: «Hay que follarse las mentes».

"En 2022 vino a la radio porque le daban un premio y fue una entrevista difícil y divertida a la vez. Era un personaje sin pelos en la lengua. Apoyaba el cine de autor. Es una figura imprescindible, con esa dureza y fragilidad simultáneas", ha dicho Pepa Blanes, jefa de cultura de la Cadena SER.

En televisión destacó en Los gozos y las sombras, adaptación de la novela de Torrente Ballester, además de participar en Águila Roja, Isabel o Merlí. Sapere Aude. En teatro brilló en montajes como El beso de la mujer araña. Su último trabajo fue en la serie Matices, de Skyshowtime, junto a Elsa Pataky y Luis Tosar. Pese a su trayectoria, nunca obtuvo un Goya, aunque fue nominado en 2002 por Intacto y recibió el Premio Nacional de Cinematografía en 2004.

Una cartelera marcada por melodramas y supervivencia

En cuanto a la actualidad cinematográfica, este fin de semana llega cargada de estrenos norteamericanos. Uno de los más esperados es Los Rose, un 'remake' de La guerra de los Rose (1989). Dirigida por Jay Roach, conocido por Austin Powers o Los padres de ella, la cinta explora el derrumbe de un matrimonio aparentemente perfecto cuando la carrera del marido se tambalea. Benedict Cumberbatch y Olivia Colman encabezan un reparto en el que también figuran Kate McKinnon y Andy Samberg. El filme se inscribe en la tradición de grandes relatos sobre parejas en crisis como Secretos de un matrimonio o Historia de un matrimonio.

En contraste, Amor en cuatro letras apuesta por un melodrama romántico en clave intimista. Dirigida por Polly Steele y basada en la novela de Niall Williams, la película sigue la historia de Nicolas e Isabel, marcada por tragedias familiares y separaciones. Con Pierce Brosnan y Helena Bonham Carter en los papeles adultos y Ann Skelly y Fionn O’Shea como los jóvenes protagonistas, la cinta promete emociones clásicas y un aire literario.

En el terreno del suspense llega Sin oxígeno, inspirada en un accidente real ocurrido en el Mar del Norte. Alex Parkinson dirige este drama de supervivencia con Woody Harrelson, Finn Cole y Simu Liu. La película reconstruye la odisea de un buzo atrapado a 90 metros de profundidad mientras sus compañeros luchan contra una tormenta para salvarlo, reivindicando los trabajos invisibles y de alto riesgo.

El cine español también suma propuestas con Campamento Garra de Oso, aventura familiar dirigida por Silvia Quer. En ella, dos niños de nueve años intentan salvar su campamento enfrentándose a un excéntrico constructor, en una historia que mezcla humor, ecologismo y fantasía con animales digitales y ecos de Los Goonies. El reparto incluye a Anabel Alonso, Edu Soto y Elisabet Casanovas.

Vuelve un clásico argentino

La nostalgia también tiene espacio en la cartelera con el reestreno por su 25 aniversario de Nueve Reinas (2000), la obra maestra de Fabián Bielinsky. La historia de dos timadores en busca de un golpe millonario, interpretados por Ricardo Darín y Gastón Pauls, regresa en versión remasterizada en 4K tras su paso por Cannes Classics. Considerada una de las mejores películas argentinas de todos los tiempos, combina el ingenio de El golpe con la tensión de David Mamet y refleja las turbulencias económicas de finales de siglo en Argentina.

La Mostra arranca en Venecia

El calendario internacional también se activa con la inauguración del Festival de Venecia. Paolo Sorrentino ha abierto la Mostra con La Grazia. "Es muy interesante la película de Sorrentino. Me ha sorprendido porque ha ido contra la equidistancia", ha dicho Pepa Blanes.

La cita espera a estrellas como George Clooney, Julia Roberts o Guillermo del Toro, que presenta su versión de Frankenstein. También regresa Kathryn Bigelow con The House of Dynamite. El cine español estará representado en la sección Horizontes por Extraño río, de Jaume Claret, y Calle Málaga, con Carmen Maura.

Sin embargo, la política se cuela inevitablemente en la alfombra roja: una manifestación convocada para el día 30 por artistas exigirá a la Biennale que condene el genocidio en Gaza. La organización ha evitado pronunciarse, lo que añade tensión a un festival donde incluso compite una película centrada en la Franja.