Sofía Loren, Sinatra y Charlton Heston rodaron en Las Rozas: así nació el Hollywood madrileño
Samuel Bronston lo convirtió en el mayor plató más grande de la historia del cine

Sofía Loren, Sinatra y Charlton Heston rodaron en Las Rozas: así nació el Hollywood madrileño
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En los años 50 y 60, España se convirtió en uno de los grandes platós de Hollywood: los desiertos de Almería hicieron de lejano Oeste, las sierras de Madrid de Rusia zarista y los castillos castellanos de Tierra Santa. Costes bajos, sol garantizado y permisos ágiles atrajeron a los grandes nombres de la industria, mientras que el régimen franquista buscaba brillo exterior. Un "win-win", donde ambas partes sacaron partido de convertir a España en uno de los referentes del cine.
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Por aquí desfilaron Sophia Loren, Cary Grant y Frank Sinatra y se grabaron grandes películas de la talla de Lawrence de Arabia o Doctor Zhivago. Pero el productor que consiguió darle un empujón a Madrid fue Samuel Bronston en los años 50. El moldavo quedó prendado de España y decidió comprar los Estudios Chamartín.
Una de las primeras cosas que hizo fue construir en Las Rozas de Madrid unos impresionantes estudios exteriores, que se convertirían en los más grandes de la historia del cine, tal y como lo recoge el Libro Guinness de los Récords. Bronston adquirió una finca de 100 hectáreas en la pedanía de Las Matas y levantó lo que se convertiría en un imperio.
El Hollywood madrileño
Y es que 55 días en Pekín (1963), fue una superproducción al más puro estilo Hollywood, utilizando más de 500 extras españoles, muchos de ellos roceños, y más de 1.500 asiáticos que hubo que traer de otras localizaciones de Europa como Londres, Roma y Marsella, pues la población china en nuestro país entonces no superaba los 300.
El periodista Alfonso Ojea ha explicado en SER Aventureros cómo influyó la creación de este grandioso plató en la localidad. "En los bares de Las Matas, que no hay muchos porque es muy pequeñito, hay fotos de quiénes eran los boxer. Eran los chinos que habían sido modificados por maquillaje para ser las sordas que se lanzaban contra los europeos. Eran de Las Matas y, en muchos bares, está la foto de mi abuelo", ha contado.
De igual manera, Las Rozas de Madrid se convirtió en la antigua Roma, recreando a escala real el Foro romano con la producción de La caída del Imperio Romano, convirtiendo en el municipio en el escenario de los decorados más colosales de la historia. Esta película también vio desfilar a más de 5.000 figurantes de los pueblos de la Sierra de Guadarrama, como La Pedriza y la Granja de San Ildefonso.





