Una de las actrices de 'Aquí no hay quien viva' confiesa lo que le pasó al salir en la serie: "Es algo que no se entendió"

Madrid

La actriz Assumpta Serna, reconocida por su trayectoria internacional y por su participación en la serie Aquí no hay quien viva, ha compartido en una entrevista con Lourdes Lancho en A vivir que son dos días una experiencia que marcó un antes y un después en su relación con Cataluña. El motivo: su interpretación de la Pantumaca, un personaje secundario que, según ella, fue malinterpretado por parte del público y los medios catalanes.

"La famosa Pantumaca… con lo que me costó esta cosa, me costó muchísimo", confesó Serna. El personaje, que caricaturizaba ciertos rasgos culturales catalanes, generó una polémica inesperada para la actriz, que venía de trabajar en cine y televisión tanto en España como en el extranjero.

Serna relató un episodio concreto que la dejó marcada. "Después de hacer una película y llegar a Barcelona, la primera pregunta que me hizo un periodista fue '¿Y tú por qué te has exiliado? ¿Y por qué estás en contra de lo catalán? ¿Por qué te ríes del catalán?'". La actriz respondió: "Le dije, perdona, yo no me río, es un personaje, ¿entiendes?".

Este malentendido, según Serna, tuvo consecuencias profesionales directas. "Es algo que no se entendió y que me hizo daño en Cataluña", afirmó. La incomprensión del personaje y la atribución de intenciones personales a su interpretación provocaron un distanciamiento con el sector audiovisual catalán. "De hecho, no he hecho nada más en Cataluña", lamentó.

La Pantumaca, cuyo nombre real en la ficción es Marta Puig Llorenç, apareció en varios episodios de Aquí no hay quien viva, una serie que marcó un hito en la televisión española. Aunque el personaje de Serna no era protagonista, su presencia dejó huella por su acento, sus expresiones y su forma de interactuar con los demás personajes, elementos que algunos espectadores interpretaron como una burla hacia la cultura catalana.

La actriz defiende que su intención nunca fue ridiculizar a nadie, sino dar vida a un personaje dentro del marco de una comedia. Sin embargo, la reacción que recibió en Cataluña fue tan intensa que terminó alejándola de futuros proyectos en la región.