El triple problema de la crisis de la vivienda en España

Madrid

La vivienda es ahora mismo el principal problema en España. Es una constatación que notamos en nuestras conversaciones del día a día y que se traslada a todas las encuestas: el CIS, por ejemplo, dice que la vivienda es el mayor problema para uno de cada tres encuestados.

Todos los datos nos dicen que el problema no solo no se soluciona, sino que se está agravando, que los precios no paran de subir y que para muchos conseguir una vivienda es una utopía. El problema de la vivienda es múltiple: es un problema de precio, es un problema de acceso y es un problema que empieza a afectar a otros aspectos de la vida, como por ejemplo a los estudios, o al trabajo.

El precio de compra sube un 12%... o más

Ha subido un 12% en el último año. Un porcentaje de esta magnitud en cantidades grandes como las destinadas a la vivienda significa que se ha encarecido muchos miles de euros. El INE habla de un 12% de subida, pero los datos de portales privados dicen que la subida es incluso superior: Tinsa cifra el aumento en un 11%, Idealista en un 14% y Fotocasa lo eleva al 16%.

Y aun así, se está comprando como nunca: 360.000 casas en la primera mitad del año, más que en todo el año 2015. Aquí ayuda la bajada de tipos de interés, ya que con la bajada de los intereses se abarata el gasto total de comprar una casa contando la hipoteca. Sin embargo, el precio sube tanto que en la práctica seguimos pagando más.

El alquiler medio ya supera los 1.100 euros al mes

En lo que respecta al alquiler en España, la subida es parecida a la de la compra. Idealista la coloca en un 10% según Idealista y Pisos.com habla de un 12%. El alquiler medio en España ya supera los 1.100 euros, mientras que el salario mínimo en nuestro país es de 1.160 (a 14 pagas, pero 1.160).

Con estos precios y con estos salarios es imposible para muchos acceder a una vivienda, especialmente para los jóvenes a los que nos les queda otra que conformarse, a veces con una habitación compartida minúscula.

Haciendo cálculos, un joven con trabajo que quiera alquilar una vivienda para él solo tendría que destinar el 90% de su salario al alquiler. Sin embargo, hay gente que ni con el 100% de su sueldo puede llegar a esas cifras.

Esto lleva a que muchos de ellos tengan que compartir pisos: un tercio de los jóvenes lo hace para asumir los gastos. De hecho, la oferta de habitaciones en alquiler en pisos compartidos ha subido un 25% en el último año. Hay miles de ejemplos, como el de Morgana, que tiene que pagar 400 euros por una habitación en Logroño.

En Madrid, Barcelona o Málaga, por ejemplo, por 400 euros cuesta encontrar una habitación. En el último año, el precio del alquiler se ha revalorizado un 11%, a pesar de que la ley de vivienda solo permite que los precios suban en función de un indicador que lo limita bastante. Algo que los caseros no están respetando según denuncian los inquilinos que se ven obligados a aceptar subidas superiores porque la alternativa es quedarse en la calle y tener que buscar otro piso de alquiler por el que le van a pedir más dinero.

Ya afecta a los estudios y el ámbito laboral

Hay, por tanto, un problema de precios desorbitados y eso condiciona dónde se puede comprar o alquilar. Y de rebote, esto afecta mucho a decisiones vitales como por ejemplo qué y dónde estudiar o dónde trabajar.

¿Por qué a los estudios? Porque hay muchos universitarios que a la hora de elegir el grado o el máster que estudian suman a la preocupación de qué rama elegir, el problema de dónde alojarse. Y el no encontrar vivienda lleva a algunos a tener que cambiar de elección.

Y algo parecido ocurre con el mercado laboral. Hay empresas en algunas ciudades que no están pudiendo contratar trabajadores porque no tienen donde alojarse. Es el caso típico que hemos escuchado muchas veces de lo que ocurre en las zonas turísticas en verano, pero está pasando también a otros niveles entre las empresas tecnológicas.

En Málaga hay un Centro Tecnológico que aglutina más de medio millar de empresas y que viendo que pierde ingenieros o no los consigue porque es imposible para muchos encontrar vivienda en Málaga, ha decidido ponerse a construir un coliving, es decir viviendas compartidas, a precios bajos, para solucionar el problema.