Las voces de los afectados por los incendios en León: "No tengo documentación ni nada, es una tristeza absoluta"
El leonés explica en 'Hora 25' que los soldados de la UME le tuvieron que echar de su casa mientras la consumían las llamas
Manuel, vecino de Jiménez de Jamuz, León: "No tengo documentación ni nada, es una tristeza absoluta"
En el comienzo de la nueva temporada de Hora 25 el equipo de Aimar Bretos recorre las voces de las cicatrices que han dejado los incendios en la provincia de León. Hablan personas afectadas, evacuadas, bomberos, agentes del BRIF y trabajadores del campo que han sufrido lo peor del fuego este verano en el noroeste de la Península Ibérica, donde se han quemado miles de hectáreas, casas y vidas.
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Manuel, vecino afectado por los incendios en Jiménez de Jamuz (León), ha sido entrevistado por Aimar Bretos en Hora 25, donde ha contado cómo el fuego ha calcinado todo lo que tenía. "Afectado, pero no queda otra, lo tenemos que ir superando. Mi hermano, una prima y yo somos los propietarios y se nos han ido tres casas completamente. Fue un momento muy angustioso y jodido", ha indicado Manuel en el programa de la SER.
El vecino recuerda que "la UME vino sin agua" cuando fue a apagar el fuego y lo considera "un poco ridículo". "Si vienes a apagar un incendio sin agua, no vienes a nada. Cuando vinieron ya había avanzado, no fueron capaces de sufragar el incendio. Se calcinó todo. Tenía mi vida ahí. Me he quedado con lo puesto. No tengo nada. Es una tristeza absoluta", ha lamentado Manuel sobre la intervención del cuerpo militar.
Aun así, el vecino cuenta cómo los soldados de la UME le salvaron la vida. "Me agarraron y me echaron fuera. No quería dejar mi casa. Lo hicieron bien, porque si no, igual no estaba aquí ahora. Fui a sacar los perros y uno de la UME me dijo que no entrara y me sacó. Me dijo: 'No se te ocurra entrar ahí, eso es una masa de fuego'", recuerda Manuel.
"A ver si nos dan alguna ayuda, porque si no esto no se puede remontar. Estoy viviendo con una de mis hijas, no tengo ni idea de cuál es mi futuro. Ahí estaba todo. No tengo documentación ni nada, es una tristeza absoluta", ha lamentado Manuel, que reconoce que está "jodido", pero que su hermano está peor.
"Estoy jodido, pero mi hermano está bastante peor que yo, tengo que tirar de él yo, porque él no lo supera. Le dije que el problema lo tenemos que solucionar nosotros", ha indicado Manuel, que lamenta que no tiene seguro de hogar tras perderlo todo. "En principio nos han dicho que nos dan una ayuda al alquiler y a la reconstrucción. Quedarte en la absoluta miseria es muy jodido. Me han dejado en la miseria", ha sentenciado el vecino en el programa especial de 'Hora 25' desde León.
Manuel, vecino de Jiménez de Jamuz, León: "No tengo documentación ni nada, es una tristeza absoluta"
Álvaro Lobaro, apicultor de Flechares de la Valdería (León), sobre el efecto de los incendios en el ganado: "Es duro hablar con otro vecino que dice que tiene que rematar a las vacas a mazazos"
Álvaro Lobaro es apicultor en Flechares de la Valdería (León), uno de los lugares más afectados por los incendios. Prácticamente, todas sus colmenas se culminaron en tres días, entre el 10 y el 12 de agosto. "Se me ha quemado el trabajo de 13 años, pero sobre todo el medio de vida. Una nave la levantas, pero no podemos tirar del suelo hacia arriba de encinas que tienen tres siglos. Estoy viviendo en un pueblo en el que el fuego recorrió el 100% de la superficie del término local. Al igual que el de los pueblos vecinos. El fuego devoró la totalidad de nuestros términos locales", ha indicado Lobaro en Hora 25.
"Me han devorado siete emplazamientos apícolas, 430 colmenas. Más de 2/3 partes de mi ganado ha sido calcinado. En casi todas las colmenas que quedan en pie hay algo de vida, pero no creo que aguanten el invierno. Las cosas materiales se levantan, el patrimonio natural del que vivía no va a ser rentable para hacer la explotación sostenible en el tiempo durante al menos una década", ha lamentado, admitiendo que ha tenido que emigrar y desplazar sus colmenares a territorios de acogida.
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"Es duro llegar a tus colmenares y ver alfombras de dos o tres centímetros de cadáveres. Hablar con otro vecino que dice que tiene que rematar a las vacas a mazazos porque con la uña le quitas la piel y al sujetar la cabeza para que no sufran te quedas con el cuerno en la mano porque están completamente quemados. Es muy duro lo que hemos vivido", ha indicado el apicultor, que asegura que todavía no han aterrizado del golpe, ni considera que sea el momento para ello.
"Tenemos que estar en pie para sanar lo que queda vivo. Después habrá tiempo de pensar lo que ha pasado, yo todavía no lo he hecho. Lo normal para los resineros es que tengan que cambiar de actividad. No es posible en mi caso establecer un seguro. Nos hemos sentido tan abandonados, noches enteras sin dormir planificando como enfrentarse en el monte al fuego. Llegas a sentir odio, la verdad, no solo rabia", ha sentenciado Lobaro en el programa de Hora 25 desde los incendios de León.
Manuela Vidal, vecina evacuada en León: "No solo nos ahogaba el humo y nos quemaba el fuego, sino que nos quemaba el abandono"
Manuela Vidal es una vecina de la provincia de León que tuvo que ser evacuada en los incendios. "Nos comía el caos, el fuego y el abandono, porque nos dejaron abandonados. No solo nos ahogaba el humo y nos quemaba el fuego, sino que nos quemaba el abandono", ha indicado Vidal en el programa de la SER.
Vidal indica que nunca vieron ni un helicóptero ni un hidroavión, solo agricultores luchando contra todo. Vidal, como Lobaro, cree que todavía no han asimilado lo que ha pasado. El peor momento de la evacuación fue con su padre. "Mi padre tuvo la convicción de quedarse en casa, pero el fuego estaba pegado, era una locura. Cuando te ves en un momento con ese caos, tienes que sacar a tu padre y te dice que no. No me lo podía creer. Lo saqué y lo puse en el coche. Quería ayudar, pero mi padre me robaba todo el tiempo", ha indicado la vecina evacuada.
Sara Mateos, bombera forestal durante 15 años: "No nos han escuchado nunca"
La bombera forestal Sara Mateos ha expresado su indignación con la gestión del gobierno de Castilla y León en el programa especial de Hora 25. "Llevamos años diciendo lo mismo: el operativo no puede estar así. Esto, tarde o temprano, iba a pasar. Se han puesto propuestas en la mesa de Castilla y León para cambiar muchas cosas, para cambiar la situación y la Junta se ha reído de nosotros. Ahora hay un silencio absoluto, el responsable no se ha dejado ver en toda la oleada de incendios, el de consejero de Medio Ambiente tenía la mala costumbre de comer y ha desaparecido. Y Mañueco faltó constantemente a la verdad en las Cortes", ha indicado Mateos, que denuncia que el gobierno autonómico no les ha escuchado nunca.
"El descontrol en los medios de Castilla y León han llevado a situaciones de riesgo. Hay una gran sensación de tristeza, porque si hubiese habido medios se habrían evitado muchas cosas. Cuando comenzaron los incendios, no estábamos preparados. Ha sido todo un baile de personal: conforme iban surgiendo, se iban moviendo. Había incendios a punto de apagarse y se han reactivado porque se trasladaban los bomberos a otros. No se quedaban personas pendientes del incendio y se reactivaba", ha sentenciado la bombera en Hora 25.
Los afectados por los incendios en León: "Quedarte en la absoluta miseria es muy jodido"
Juan y Pablo, bomberos que han trabajado todo el mes apagando fuegos: "El fuego rugía como si fuera una locomotora"
Juan y Pablo son dos bomberos de las Brigadas de Refuerzo de Incendios Forestales que han trabajado sobre el terreno este verano en León. Llevan todo el mes apagando fuegos y advierten de que los incendios de 2017 y 2022 ya avisaron de lo que iba a venir estos años.
"No ha sido porque no lo hayamos avisado desde el colectivo de bomberos forestales. Hemos visto comportamientos brutales", ha advertido Juan, que ha recordado que la brigada de su compañero Pablo sufrió un comportamiento del fuego nunca visto.
"Un ruido que parecía tormenta, temblaba hasta el suelo. Eso hizo el fuego", ha indicado Juan, a lo que Pablo ha añadido que "el fuego rugía como una locomotora. No lo habíamos visto nadie, ni el más veterano".