Soledad Gallego-Díaz: "Pretender hacer frente a incendios o a lluvias torrenciales sin planes de cooperación es una locura"

Madrid

Es muy probable que ese curso empiece como terminó el anterior: con el Partido Popular empeñado en derribar al gobierno del presidente Sánchez, no mediante mayorías parlamentarias, sino mediante la agitación de la opinión pública y con un presidente empeñado en terminar la legislatura sea como sea. Quizás lo que haya cambiado un poco sea la percepción de muchos ciudadanos de que este feroz enfrentamiento político tiene malos efectos cuando se trata de afrontar realidades imprevistas como los excepcionales incendios que este mes de agosto, en menos de 20 días, han arrasado 400.000 hectáreas. Los ciudadanos, o al menos una parte de ellos, perciben que cuando hay que hacer frente a una catástrofe es imprescindible que las distintas administraciones, municipal, autonómica o central cooperen sin hipocresía, al margen de su encuadre ideológico o partidista.

Muchos ciudadanos, al margen del partido por el que voten, se han quedado horrorizados viendo como algunas administraciones no abandonaban el modo electoral ni aun en momentos tan peligrosos. Y muchos ciudadanos han comprendido también que esas catástrofes de violencia desconocida son consecuencia de algo que ya no se puede discutir: el cambio climático. Pretender hacer frente a incendios de ese tipo o a las lluvias torrenciales que pueden agravar la situación este otoño sin establecer planes de cooperación es una locura. Diga lo que diga Vox, el cambio climático está aquí y nadie puede afrontarlo en modo electoral.