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Venecia 2025 | Dwayne Johnson encarna la nobleza y vulnerabilidad detrás de la lucha libre en 'The Smashing Machine'

El actor protagoniza la nueva película de Benny Safdie, un drama ambientado en los 90 sobre la historia de Mark Kerr, un luchador que lidió con las adicciones, una relación tóxica y la presión del éxito

Dwayne Johnson junto a Mark Kerr en el photocall de 'The Smashing Machine' (Cine, Cine, Italia, Venecia) EFE/EPA/RICCARDO ANTIMIANI / RICCARDO ANTIMIANI (EFE)

Venecia

Los hermanos Safdie han sido los 'enfant terribles' del cine neoyorkino de los últimos años. Herederos de la tradición de los 70 y de autores como Scorsese, Josh y Benny Safdie han firmado títulos como 'Diamantes en bruto' y 'Good Time', además de participar como actores en numerosas series y películas. Esta temporada toman caminos separados con películas en solitario. El primero estrenará en unos meses 'Marty Supreme', la historia de un jugador de ping-pong con Timothé Chalamet, y el segundo presenta en la competición oficial del Festival de Venecia 'The Smashing Machine', también un drama ambientado en el mundo del deporte que protagoniza Dwayne Johnson.

'La Roca' ofrece una de las mejores interpretaciones de su carrera en esta historia basada en la vida personal y profesional de Mark Kerr, el hombre que cambió y popularizó la lucha libre a finales de los años 90. Con prótesis, pelo, maquillaje y más músculos incluso, el actor encarna a este hombre que fue pionero en un momento en el que la lucha libre no era tan seguida ni tenía tanta cobertura televisiva en EEUU mientras era una estrella en Japón o Brasil, donde competía ante más de 50.000 espectadores. A Benny Safdie, sin embargo, no le interesa tanto el deportista imbatible en el ring como el hombre detrás de todo ese espectáculo.

'The Smashing Machine' es una película que nada a contracorriente. Ni es una cinta llena de adrenalina y vertigiosa, como nos tienen acostumbrados los Safdie, ni es un drama deportivo que tire de melodrama y picos dramáticos. Es un relato profundamente humano y romántico del luchador más temido en esa época, un hombre austero, bondadoso y gentil que no era capaz ni de montarse en una atracción de feria. "La película no trata sobre la lucha, es una historia de amor. La de él con su novia, con el amor que sentía por lo que hacía y por cumplir sus sueños, y cómo intentó superar todos los desafíos. Es la contradicción entre un hombre que alguna vez fue el mejor luchador del planeta, pero también el más amable y tierno. Encarnaba una empatía radical y miraba al mundo desde una curiosidad infantil", ha explicado Johnson durante una rueda de prensa a la que también ha asistido Mark Kerr, muy emocionado con las palabras del director y los actores.

La película recrea los combates, las salidas al ring entre la multitud, los entrenamientos, la preparación mental de 'La máquina', pero sobre todo es un drama intimista que narra los episodios personales del luchador. Mark Kerr estuvo a punto de morir de sobredosis por su adicción a los opiáceos para calmar los dolores. Ingresó en una clínica de rehabilitación y se recuperó, pero deportivamente ya no volvió a ser el mismo. También por la relación tóxica que mantuvo con Dawn Staples, a la que interpreta como una choni un tanto forzada la actriz Emily Blunt. El director logra no caer en muchos de los recursos habituales de estas hagiografías y ofrece una película contenida que, gracias a la elipsis, no se recrea en los pasajes más oscuros.

"La vida de Mark me cambió. Con la película descubrimos que no se trata de las victorias y las derrotas, sino de la presión por ganar y la presión por cumplir y lo que pasa cuando no lo haces, pero también es una película sobre lo que pasa cuando ganar se convierte en el enemigo. Y todos podemos identificarnos con esa presión", defiende Johnson de este personaje bonachón con el que reivindica la nobleza en el deporte. Safdie muestra a un tipo austero -su mayor capricho es comprar una vasija-, que se lleva bien con todos sus compañeros, que se alegra de la victoria de uno de sus mentores y que, en cuanto baja del ring, se convierte en otro tipo de hombre.

A su vez el autor compone un estudio de la masculinidad en esa época, en cómo toda esa violencia se gestionaba de puertas para adentro. "Creo que es un telón de fondo fantástico para una historia de vulnerabilidad específicamente masculina. Fue esa era del machismo de los 90, la invencibilidad del hombre, su destreza, y lo ves amplificado en este campo de las artes marciales mixtas (MMA), la UFC, simplemente ejerciendo la fuerza de unos sobre otros. Y aun así, la película nunca es sobre ese tipo con el puño en alto, sino sobre las consecuencias de eso en su vida pesonal, más allá de su tamaño y su fuerza física. Benny Safdie estaba muy interesado en cómo podemos empatizar con alguien que parece tan invencible, pero que es tierno por dentro, que lucha y también sufre", reflexiona Emily Blunt.

Ese es el arco del personaje en este drama convencional, rodado en 16mm y con música de Bruce Springsteen o Sinatra. No arriesga Safdie ni en fondo ni en forma al contar esta historia de superación y redención tantas veces vista, pero sí es de agradecer su planteamiento. 'The Smashing Machine' no es un relato trágico de caída a los infiernos, ni una celebración épica del deportista, es la historia del hombre común que había detrás del luchador, algo que en el fondo tiene también mucho que ver con la trayectoria del propio Dwayne Johnson. "He tenido mucha suerte de tener la carrera que he tenido a lo largo de los años y de hacer las películas que hice. Pero había una voz dentro de mí, una vocecita que, bueno, me decía ¿qué pasaría si pudiera hacer más? ¿cómo sería eso?", ha añadido el actor sobre este cambio de registro como protagonista de una película menos comercial -produce A24- y con un papel dramático con el que intentará colarse en la temporada de premios.