El cumpleaños viral de Isela: de quedarse sin invitados a llenar un estadio con 3.400 personas coreando su nombre

Madrid

Hace ya varias semanas, concretamente el pasado mes de julio, Isela Santiago Morales cumplía 15 años. Y, como marca la tradición en México, sus padres le organizaron una quinceañera para celebrar su transición de niña a adulta por todo lo alto. A pesar de que la familia pasaba por importantes problemas económicos, estos decidieron organizarle una fiesta a la altura al entender la importancia de esta efeméride para su hija. Sin embargo, nadie acudió a dicha fiesta. De ahí que el padre, Ramón Morales, publicara un mensaje a través de la red social Facebook animando a la gente a que se pasara por casa.

En dicho mensaje, Morales explicaba que nadie había acudido a la fiesta de su hija y que había quedado mucha comida por comer: "Oye, aquí hay mucha comida que se va a echar a perder, que venga quien quiera a celebrar los 15 años de mi hija". En cuestión de horas, la publicación de Ramón Morales empezó a hacerse viral y comenzó a atraer tanto a los vecinos de San Luis Potosí como a personas de todas partes del mundo. Después de conocer la historia del cumpleaños de Isela y los problemas económicos a los que se enfrentaba la familia, que vivían de la recolección de la basura, la comunidad comenzó a poner su granito de arena para que la joven tuviera la fiesta que se merecía.

La segunda quinceañera de Isela

Gracias a todas estas donaciones, Isela volvía a celebrar su quinceañera el pasado 23 de agosto. Pero en esta ocasión no estaba sola, pues celebró su salto a la madurez junto a más de 3.000 invitados que asistieron a un campo de fútbol local, quienes corearon su nombre al verla llegar en descapotable. Un tema sobre el que hemos hablado en El Faro de la Cadena SER, donde hemos podido charlar con el periodista Jorge Uroza, director operativo del medio VallesInforma.com, quien dio por primera voz a una historia que, bajo su punto de vista "ha mandado al mundo entero un mensaje de solidaridad, de unión, de lo que es la gente y de lo que el poder de la gente".

En declaraciones a la Cadena SER, Jorge Uroza nos cuenta cómo comenzó a organizarse la comunidad para darle a Isela la fiesta que merecía: "Las personas que se acercaban comenzaron a decir que iban a encargarse de la sesión fotográfica de la fiesta, que corrió a cargo del fotógrafo Alfonso Ortega, del sonido, de nuestro amigo Gerónimo Márquez... y así acabamos creando un chat de 250 personas. Cada cual fue sumando su granito de arena para hacerle una fiesta, que habíamos pensado iba a ser medianamente posible, pero nunca en la magnitud que se acabó haciendo".

Una nueva vida para Isela

Por su parte, Jorge Uroza entrevistó a la niña e hizo un reportaje sobre su día a día en el basurero: "Eso ayudó a que se hiciera todavía muchísimo más viral y que más gente se sumara. A partir de entonces vinieron más agrupaciones e incluso el mismo gobierno mandó un artista importante de la región. Eso provocó no solo que Isela pasara un momento increíble, sino que también hubiera una derrama económica en ese municipio, porque los comerciantes y los hoteleros también se beneficiaron, pues acabaron viniendo más de 3.400 personas que venían desde distintas partes del mundo". Pero la cosa fue mucho más allá de la fiesta.

Tras conocer la historia de la niña, el ayuntamiento de Axla de Terrazas se comprometió a entregarle una beca para que termine la secundaria y la preparatoria. Y no solo eso, sino que también le costearán sus estudios universitarios para que estudie en la universidad, pues sueña con ser maestra algún día. La gran sorpresa de la fiesta llegó en los momentos finales de la misma, cuando un hombre se subió al escenario para ofrecerles un terreno en el que pudieran construir su propia casa: "Yo sé que tú vives en una vivienda prestada. En un cuartito en el que tienes que vivir con los papás y los cuatro hijos. Mi regalo para ti en esta noche es un terreno para que comiences tú y tu familia poco a poco a edificar tu casa, tu patrimonio y cumplas tu sueño de ser maestra y obviamente tengas en donde vivir, que sea tuyo". Y lo mejor de todo es que Isela no había pedido ni un solo regalo, tan solo que la gente que acudiera a la fiesta llevara un juguete para que pudieran repartirlos luego con los niños y niñas de la comunidad. Por lo tanto, final feliz para una niña a la que le su quinceañera le ha cambiado la vida para siempre.