"Esa política asesina nos define a todos": Luis García Montero y su crítica a lo que hacemos como sociedad frente a la matanza en Gaza

Madrid

La vuelta a la normalidad ha supuesto para mí este mes de septiembre el compromiso de sacar a pasear el perro de mi hijo antes de ir al trabajo. La ciudad de las 7:00 horas de la mañana está llena de pequeños rumores. Desde un balcón oigo las teclas de un piano, alguien está aprendiendo a tocarlo. Mucha gente aprende poco a poco a volver al trabajo. La palabra rutina alude aquí a los horarios que vuelven, las obligaciones de siempre. ¿Cuál es la rutina del mundo? Si pensamos en la costumbre con el diccionario, una secuencia fija de acciones, los hábitos del mundo tienen que ver con la barbarie. La mayoría de las novedades cruzan por un mundo que repite la barbarie, el genocidio, la desigualdad, la guerra y la soberbia de unos negociantes que acaban una y otra vez en las armas.

El pensamiento más digno del ser humano lleva también muchos siglos intentando utilizar su corazón y sus dedos para hacer música. Pero las teclas de su piano sucumben bajo los malos ruidos. Ni siquiera la polarización crispada de la política en España debería hacernos olvidar las bombas, los lamentos y los disparos que día a día llenan de sangre Gaza debido a la política asesina del Estado de Israel. Pero esa política asesina nos define a todos, a un mundo que apoya o guarda silencio ante las matanzas, y vuelve a sus rutinas a lo largo de los siglos de manera implacable. Espero que sigan también en su rutina, con un poco más de imaginación y de éxito, todos los que sueñan con vivir familia junto a la música de un mundo diferente.