Illa y Puigdemont se citan en Bruselas con la Moncloa deseando un acercamiento a Junts
El presidente de la Generalitat y el líder independentista se reúnen en un inicio del curso político marcado por la voluntad de Sánchez de negociar los presupuestos
El presidente catalán, Salvador Illa, se dirige a la reunión semanal del Govern, celebrada este martes en el Palau de la Generalitat. / Enric Fontcuberta (EFE)
Barcelona
Salvador Illa y Carles Puigdemont no han coincidido en su trayectoria política. No han despachado en privado ni se han reunido en actos públicos. Cuando el líder de Junts era presidente de la Generalitat, el dirigente socialista ejercía de secretario de Organización del PSC. Uno lideraba el procés, el otro se manifestaba en contra. Este martes se encontrarán por primera vez. Será en Bruselas, en la delegación del Govern ante la Unión Europea, un contacto con profundo significado político. Se produce por sorpresa -las dos partes lo daban por descartado antes del verano-, en el inicio del curso y justamente cuando el Gobierno persigue la negociación de unos nuevos presupuestos.
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Illa insistía este lunes, después de que la Generalitat difundiera la cita con Puigdemont, que la reunión se producía porque es el momento en el que "toca". Y, ciertamente, es oportuna. El dirigente socialista, que el viernes pasado ya afirmó que este es el año de la aplicación de la ley de amnistía, puede ayudar a la Moncloa a allanar las relaciones con Junts, socio parlamentario que se ha alejado de la dinámica de la mayoría de la investidura. Fuentes consultadas por SER Catalunya admitían que la gestación del contacto en Bruselas se ha hecho con conocimiento del presidente del Gobierno, interesado en la aprobación de unas nuevas cuentas para 2026 que le permitirían consolidar la legislatura.
Aunque la Moncloa asegura que la cita propuesta a iniciativa de Illa no implica que en los próximos meses se produzca un encuentro entre Pedro Sánchez y Puigdemont, el ejecutivo admite que es otro paso hacia la "normalización". Y existe la confianza en las filas socialistas que contribuya a negociar unos posibles presupuestos. Un escenario que Jordi Turull, secretario general de Junts, quiso enfriar ayer mismo. En el partido independentista quieren separar carpetas, compartimentarlas. Esperan la aplicación de la amnistía e insisten en la necesidad que el catalán se convierta en lengua oficial de la Unión Europea, además de presionar para conseguir la delegación de competencias en inmigración.
El foco de Bruselas coincide con la aprobación en el Consejo de Ministros de la quita de parte de la deuda del Fondo de Liquidez Autonómico (FLA), un pacto de ERC con el PSOE que posibilitó la investidura de Sánchez.
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En Bruselas no se esperan grandes titulares, más bien el inicio de una relación que no se había explorado entre el presidente de la Generalitat y el líder de la oposición en el Parlament. El mensaje es la fotografía de Illa y Puigdemont en una misma sala. En la campaña electoral de las últimas elecciones catalanas, el líder de Junts admitía que no tenía el móvil de Illa cuando se le preguntaba sobre posibles pactos de futuro. Este martes se verán las caras, encuentro conectado con el devenir de la legislatura en España. A la espera de la amnistía judicial, Illa concede a Puigdemont una amnistía política.
