Sacudir el árbol, a ver qué cae
El juez Juan Carlos Peinado reclama que se le entreguen todos los correos electrónicos “enviados y recibidos” por Begoña Gómez desde 2018 hasta ahora

Sacudir el árbol, a ver qué cae
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Madrid
El juez Juan Carlos Peinado sigue dando sorpresas. Recordemos: es el que investiga a la esposa del presidente del Gobierno por presuntos tráficos de influencias. Lleva un año largo sin encontrar ninguna prueba. Y ha sufrido varias correcciones graves por parte de su superior jerárquico, la Audiencia de Madrid, por actuaciones abusivas o disparatadas
Ahora Peinado reclama que se le entreguen todos los correos electrónicos “enviados y recibidos” por Begoña Gómez desde 2018 hasta ahora. Durante nada menos que siete años.
Otro juez, aunque también polémico, Ángel Hurtado, ya ha corregido algún exceso similar. Concretamente el de la causa al fiscal general del Estado. En 2024 limitó a solo siete días el período en que el fiscal general debía proporcionar sus grabaciones. Y también rechazó la petición de las acusaciones de que le remitiese todos los números de teléfono con cuyos usuarios se comunicó el fiscal.
Es una demostración de que la búsqueda de pruebas debe ser adecuada, objetiva y proporcionada. De lo contrario se incurre en un proceso “inquisitivo”, como acusaron algunos fiscales al magistrado de ese proceso, por faltar a la imparcialidad: o sea, por mantener un prejuicio de culpabilidad sobre el investigado, contrario a la presunción de inocencia. Se conoce también como “investigación prospectiva”, que viene a ser como sacudir al árbol, sin saber qué se busca concretamente, en qué indicio se basa: a ver qué cae. Puede apuntar a sesgo, subjetivismo e invasión de la intimidad por parte del togado. Ningún juez correcto actúa de esa manera: una cosa es investigar hechos y otra perseguir personas.

Xavier Vidal-Folch
Periodista de 'EL PAÍS' donde firma columnas y colaborador habitual de la Cadena SER, donde publica...




