¿Por qué no se hace lo mismo con los deportistas israelíes que con los rusos? El doble rasero y el refugio de las federaciones europeas
Los incidentes en la Vuelta Ciclista a España, en la que participa un equipo israelí, se han visto en otros deportes en los que pueden competir a diferencia de los atletas rusos y bielorrusos
Aficionados israelíes durante el partido de la Nations League que enfrentó a su equipo de fútbol con el de Francia en París el pasado mes de noviembre / Xavier Laine
Las protestas contra la participación de un equipo israelí en la Vuelta Ciclista a España no son un incidente aislado. Desde la invasión de Gaza, se han repetido este tipo de manifestaciones contra el deporte israelí. Los jugadores de su selección de baloncesto han tenido que competir bajo extraordinarias medidas de seguridad en el Eurobasket, la visita del equipo de fútbol del Maccabi de Tel Aviv conllevó incidentes el pasado año en Ámsterdam y antes de los Juegos Olímpicos de París se produjeron distintos llamamientos a boicotear su participación.
Una realidad que además se contrapone con la prohibición casi total que pesa sobre la participación de equipos y deportistas rusos y bielorrusos en todo tipo de competiciones. Un doble rasero que tuvo su mayor reflejo en los Juegos de París, para los que sólo se permitió competir a once deportistas rusos que demostraron no tener vinculación con el aparato militar vinculado al deporte de su país mientras que Israel no tuvo problemas para presentarse.
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Este doble rasero ha sido criticado esta misma semana por el presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin, que directamente apuesta por obviar que Israel está cometiendo un genocidio y que Rusia ha invadido un país vecino. "¿Qué puede hacer un deportista para detener la guerra?", se ha preguntado esta semana recordando que las sanciones a los atletas rusos no han tenido ninguna consecuencia.
"En el caso de Rusia reaccionamos con histeria", concluía el máximo dirigente del fútbol europeo. La UEFA, de hecho, mantiene una serie de pagos compensatorios a los equipos rusos sancionados.
Israel, bajo la protección de las federaciones europeas
Los deportistas israelíes han encontrado en las federaciones deportivas europeas un paraguas de protección permanente. En fútbol, por ejemplo, Israel participaba a mediados del pasado siglo en su región y llegó a jugar una final de la Copa de Asia contra Irán en 1968 en un ambiente tremendamente hostil en Teherán.
Poco después, los equipos árabes decidieron no volver a jugar contra Israel, que empezó a deambular por otras federaciones hasta ser admitido en la UEFA. Los equipos israelíes participan en las fases de clasificación de las competiciones europeas de fútbol. De hecho, en este parón de selecciones su selección visita Moldavia y jugará como local en Hungría frente a Italia.
Rusia por su parte se ha perdido el Mundial de 2022, la Eurocopa de 2024 y sus equipos, muchos de ellos históricos como el Spartak o el CSKA de Moscú, no juegan en Champions, Europa League ni Conference.
Pasa igual en el baloncesto, donde la selección israelí está participando en el Eurobasket y no la rusa, aunque es una competición ganada 14 veces por la Unión Soviética o por su principal heredera, y el Maccabi de Tel Aviv forma parte de la Euroliga. Los combinados hebreos también forman parte de las federaciones europeas de balonmano, voleibol o rugby, entre otros deportes. Los deportistas israelíes también pueden competir con su himno y bandera, mientras que los rusos que participan en torneos lo hacen generalmente sin esos símbolos.
El Comité Olímpico Internacional ha justificado públicamente este trato diferencial argumentando que las sanciones contra Rusia obedecen a que este país no ha respetado la tregua olímpica y ha violado sus estatutos al considerar propios territorios ucranianos ocupados, es decir, regiones de otro comité olímpico nacional. No ha seguido ese mismo argumento con Israel, ya que Palestina cuenta también con un comité olímpico propio.
La Carta Olímpica exige a las federaciones deportivas cumplir con lo que llama "espíritu olímpico", en cuya definición incluye "el respeto de los derechos humanos reconocidos internacionalmente y los principios éticos fundamentales", puntos que no cumplen ni Rusia ni tampoco Israel.
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Antonio Martín
Redactor de la sección de Internacional. Se incorporó...Redactor de la sección de Internacional. Se incorporó a la Cadena SER en 2005 y desde entonces ha formado parte de los equipos de Hora 14, Fin de Semana, Radio Madrid y de la sección de Economía. Licenciado en Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid.