El director artístico (que es español) del último ganador de Eurovisión desvela el mayor secreto tras la actuación: "Los compré en Leroy Merlin"
El ilicitano Sergio Jaén, a sus 24 años, hizo historia llevando a Austria hasta la primera posición del mítico festival de la canción

Sergio Jaén, director artístico del Benidorm Fest 2026
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Madrid
Eurovisión sigue generando un gran impacto en la sociedad y la audiencia televisiva más allá de las polémicas, como, por ejemplo, la participación de Israel en el festival en medio del conflicto en Gaza y sin que la organización le impida seguir poniéndose sobre el escenario del certamen de la canción.
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La última edición regaló a los más fans del festival una victoria completamente inesperada: la de Austria, encarnada por JJ y su Wasted love. La candidatura logró arrasar por encima de los grandes favoritos en las encuestas y dio una pequeña victoria también a España, ya que el director artístico de la propuesta, Sergio Jaén, es español.
El ilicitano, que este 2026 será director artístico del Benidorm Fest, ha pasado este jueves por los micrófonos de Hoy por Hoy para charlar con Àngels Barceló para hablar de su formación y de su trabajo sobre los escenarios. "Es una profesión compleja donde hace falta pasión y ambición. Empecé a hacer cortos con 10 años, liaba a las madres de mis amigas, a mis amigas, sus abuelos... Y hacía cortometrajes. Es la necesidad de contar algo, es esto lo que me ha dado el don del liarla", ha confesado.
Jaén, con tan solo 24 años, ha hecho historia en Eurovisión participando junto a países como Austria, con quien ganó la última edición del festival, o Finlandia, uno de los grandes favoritos todos los años. "Escucho la canción, repitiéndola todos los días, una y otra vez, hasta que mi cerebro conecta y voy hacia donde tengo que tirar", ha dicho, sobre el proceso de creación de la escenografía y el concepto visual.
"Los compré en Leroy Merlin"
Preguntado por Àngels sobre uno de los mayores secretos de la actuación de Austria, unos pequeños barcos de papel voladores que causaron sensación, el director artístico ha querido contar la verdad sobre cómo pudo llevarse a cabo en uno de los escenarios musicales más importantes de Europa. "Me hizo mucha gracia. Los barquitos volaban gracias a dos personas con palos que compré en Leroy Merlin", ha confesado, entre risas.
"Estaban atados con hilo casi invisible en los lados del barquito a izquierda y derecha, y los movían. No es fácil, hubo un trabajo de confiar en que en ese día funcionara, que saliese todo perfecto. Cuesta creer, incluso a mí, que algo tan casero pueda ser visto por 200 millones de personas, pero es la única manera", ha añadido.




