Las protestas pro-palestinas de La Vuelta avisan del posible "efecto contagio" tras los incidentes en Bilbao

La tensión en La Vuelta a España traspasó líneas rojas en Bilbao con motivo de las protestas pro-palestinas que claman por la participación del equipo Israel-Premier Tech. La organización, desbordada por las presiones de algunos manifestantes que incluso vencieron parte del vallado en la Gran Vía, se vio obligada a acortar la etapa y eliminar la figura del ganador en la jornada del miércoles. Aunque había estado presente este movimiento social desde que la carrera alcanzó territorio español, su punto álgido llegó en estos instantes, donde quedó más en duda que nunca la continuidad de la competición con normalidad también de cara al futuro.

Pese al temor de nuevas revueltas en las calles, el Israel-Premier Tech desoyó las recomendaciones desde La Vuelta de que "si sigue aquí no facilita la seguridad del resto". El equipo manifestó instantes después de esta sonada etapa 11 que no contemplaba retirarse, motivo por el que este jueves volverá a tomar salida en Laredo. Y con la competición todavía en vilo ante el temor de nuevos incidentes, el portavoz de la plataforma Gernika-Palestina, Ibon Meñica, ha expuesto en la Cadena SER todo lo que hay detrás del llamamiento que han encabezado y que ha dinamitado los planes de la organización ciclista.

"Cuando hemos hecho el llamamiento para acudir durante todo el recorrido hemos planteado trasladar el hartazgo que existe en el seno de la sociedad vasca y trasladar, a través de gestos simbólicos y de protesta, la solidaridad con el pueblo palestino", resumió Meñica, sabedor de que la llegada a meta en Bilbao "iba a ser uno de los momentos cumbre del evento internacional" y que su visibilidad se multiplicaría.

Críticas al Israel-Premier Tech, a La Vuelta y a la UCI

En palabras del propio Meñica, el mensaje que quieren trasladar desde su grupo es "decirle al estado genocida de Israel que pare con el genocidio", haciendo referencia a la gran matanza de civiles que está teniendo lugar en Gaza y a la situación de hambruna arraigada en diversas zonas. "Queríamos hacer hincapié en la reflexión social y colectiva. Ser consientes de que un equipo ciclista actúa con total normalidad e impunidad en este tipo de eventos internacionales a sabiendas de que se están mostrando como escaparate del modelo del estado de Israel y que su directiva este haciendo apología de la línea genocida que esta aplicando el gobierno de Netanyahu", incidió.

Sin considerar un éxito la suspensión obligada del primer plan de La Vuelta para su etapa 11. Ibon Meñica lo consideró como "parte del contexto". También advirtió del posible "efecto contagio" de estas revueltas en próximas jornadas: "Es posible y también la propia organización de La Vuelta es consciente", se sinceró, antes de cargar directamente contra los mayores responsables del ciclismo actual.

"Los organizadores podían haber sido un poquito más audaces y más valientes a la hora de posicionarse y emplazar a la UCI a decirle que la participación de este equipo en este evento no tendría lugar", señaló el portavoz, muy crítico ante la idea de "blanquear un genocidio" y poniendo por delante la intención pacífica de todas las movilizaciones que han promovido desde la plataforma Gernika-Palestina: "La voluntad nuestra nunca ha sido la de impedir o poner en cuestión la seguridad de los ciclistas".