Pol Córdoba: "Sin la beca seguramente ahora no sería juez, me sentía como un parásito para mi familia"

Barcelona

Pol Córdoba se enamoró de su profesión cuando haciendo las prácticas entró en un juzgado penal por primera vez. "Soy de vocación tardía, pero desde ese día me enamoré" y supo que ese iba a ser su futuro. Acabó la carrera y empezó a preparar las oposiciones a judicatura. La situación económica de su familia, en ese momento, no era buena. Todos lo apoyaban pero él sentía la presión tremenda de estar con la carrera acabada y seguir estudiando. Ha trabajado poniendo copas en una discoteca, porque era el horario más compatible a su rutina de estudio, pero eso marcaba toda la vida familiar.

Estas son unas oposiciones muy duras y exigentes. De hecho, la tasa de abandono es más del 70% de los que inician el proceso. Supone una media de gasto de entre 25 y los 30 mil euros, para prepararse y memorizar los 300 temas del temario en unos 5 años de media que se tarda en aprobar estudiando cada día entre 8 y 10 horas. Y no todas las familias se lo pueden permitir. Era el caso de la de Pol "mi madre tenía varios trabajos, trabajaba mañana, tarde y a veces noche" y, claro, él se sentía mal "me sentía como un parásito" aunque ella estaba encantada de que estudiase.

El Proyecto de la Ley Orgánica para la Ampliación y Fortalecimiento de las Carreras Judicial y Fiscal, entre otros asuntos, quiere garantizar la igualdad de oportunidades y atraer talento con independencia de la procedencia o la clase social. Y por eso ha blindado las Becas SERÉ y propone dotarlas en base al salario mínimo interprofesional. Estas becas se pusieron en marcha en 2022. Ahora se llaman Becas SERÉ y la dotación económica se ha multiplicado por diez. La ayuda empezó siendo de 6 mil euros al año, pasando a los 12 mil de ahora. Y si en 2022 se concedieron 245 y ahora han llegado a las 1.300 becas.

Déficit histórico de jueces y fiscales en España

Pol Córdoba ha tenido la suerte de haber obtenido una plaza de juez en el juzgado de El Vendrell, una población a unos 30 kilómetros de Tarragona, su ciudad. Se encontró un colapso total cuando llegó y se siente muy responsable de todos los expedientes que se acumulan sobre su mesa. Le preguntamos si su procedencia, sus circunstancias vitales y familiares le condicionan a la hora de enfrentarse a su trabajo "las personas van una o ninguna vez al juzgado" y suelen ser circunstancias dramáticas y muy duras. "Cómo me voy a ir a casa sin resolver un caso de violencia de doméstica" pone como ejemplo. Es por eso que hay días que con sus compañeros ha salido a las 22h. del juzgado. "Cuando estudiaba las oposiciones sentía que había tenido mala suerte en la vida. Ahora veo algunos de los casos que tengo y pienso que soy muy afortunado".

Según datos del Consejo General del Poder Judicial en España hay 5.416 jueces y magistrados (datos 1 de enero 2024). Estiman que se necesitan unos 350 nuevos jueces al año hasta el 2033 tan solo para cubrir las jubilaciones y otras bajas. Eso supondría acercarnos a la media europea de 22 jueces por cada 100mil habitantes, ahora estamos entorno a 11.