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Opinión

Inés Hernand: "Somos espectadores de la convivencia entre mojitos playeros y la pérdida de la vida de miles de vidas en Palestina"

Qué decir del cínico siglo XXI, donde unos pocos han controlado el relato para justificar acciones y desacreditar todo lo demás

"Convivencia entre mojitos playeros y la pérdida de la vida de miles de vidas en Palestina"

Madrid

Nunca nos fuimos porque las personas que tenemos redes sociales y las miramos todos los días estamos exhaustas, y hemos sido espectadores a lo largo de este verano de la extraña convivencia de imágenes de placer y mojitos playeros con la pérdida en directo de las miles de vidas civiles desesperadas por conseguir algo que llevarse a la boca en Palestina. Pero claro, qué decir del cínico siglo XXI, donde unos pocos han controlado el relato para justificar acciones y desacreditar todo lo demás, únicamente por el azar de haber nacido en un sitio del mundo y no en otro.

Qué importante el dominio del relato: nuevos formatos, viejos trucos, claro, en un momento en el que debatimos si leer o no te enriquece, fíjense ustedes si lo hace que a los niños y jóvenes israelíes a los que les han alterado por completo el curso de la historia a través de la educación, están llegando a glorificar el poder militar y la guerra como un estilo de vida, para que estos jóvenes se hagan absolutamente insensibles ante un presunto enemigo: un niño civil palestino inocente que quiere estudiar, que quiere divertirse, que quiere vivir como lo hacen ellos.

Bajo la premisa de felicitar a los soldados israelís, quienes se perciben como héroes elegidos de dios, se van familiarizando con todo tipo de armas, pudiendo ver entrenamientos con munición y armas reales. Armas que hasta hoy, España vendía a Israel por valor de 50 millones de euros a lo largo de estos últimos 700 días de crímenes de lesa humanidad cometidos en territorio Palestino. Hacíamos llegar torpedos, bombas, granadas, carros blindados… todo lo que ayudaría a perpetuar la destrucción del 88% de la Franja de Gaza, con más de 63.000 personas asesinadas.

No busquéis qué queda en Gaza, porque todas las estructuras están inutilizadas: desde escuelas y hospitales hasta universidades y bibliotecas. Para los negacionistas del genocidio, como con orgullo ignorante alardeaba Almeida esta misma mañana, solo tenemos la herramienta de la divulgación: sin necesidad de leer usted mucho, en el artículo 6 del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, entenderá que desde hace décadas, en Palestina lo que ocurre es una exterminación intencionada.

Tenemos que evitar que esta catástrofe de la humanidad sea, como decía Naomi Klein, un ruido de fondo. La acción ciudadana emprendida por el Global Sumud Flotilla o no dejar de tener presente a Palestina nos hará estar sólidos ante un contexto que cada vez adopta mayor falta de compromiso con todo.

Aprovecho para recomendar a todos los influencers palestinos que están retransmitiendo como pueden su realidad, para que podáis contrastarlo con las cómodas palabras de la inacción: ellos son Sohaib Gaza, Hamzahs 1948, Roseyin Gaza, Mahmoud Hamda, y por supuesto, los compañeros periodistas de Aljazeera. Yo confío en ti, confío en que te pronuncias y sin embargo, la tibieza y los "yo no sé de política", me levantan una sospecha directa. Lo que viene ocurriendo en Palestina es irreparable. Y nos pesará para siempre. Cada espacio y cada ocasión es una oportunidad para levantar la voz por los que no pueden hacerlo. Viva palestina libre.