La Administración Trump pone en marcha una nueva operación de redadas antiinmigración en Chicago
Esta nueva medida forma parte de la estrategia del Gobierno de Trump contra la delincuencia

Manifestantes sostienen pancartas durante una protesta en la Torre Trump en Chicago, Illinois, EE. UU., el 1 de septiembre de 2025. / PATRICK GORSKI (EFE)

Madrid
El Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos ha anunciado este lunes la puesta en marcha de una nueva operación de redadas antiinmigración en la ciudad de Chicago. Esta nueva medida forma parte de la estrategia del Gobierno de Trump contra ciertas ciudades estadounidenses, como es el caso de Chicago o Boston, dos ciudades lideradas por demócratas y que cuentan con programas de protección dirigidos a comunidades migrantes.
Amparado en su discurso de reforzar la seguridad ciudadana en las calles y reducir la criminalidad, el presidente norteamericano continúa así su lucha contra la migración dentro del país. Desde hace semanas, Donald Trump advertía que su intención era la de desplegar a los agentes federales en la ciudad para combatir la delincuencia.
La nueva operación se conoce como Midway Blitz y supondrá un aumento en la militarización de la ciudad. Tanto Chicago como Boston han sufrido un aumento de la presencia de las fuerzas de seguridad en sus calles, a pesar del fuerte rechazo de los gobiernos locales a una acción de este tipo, que ha sido calificada por expertos legales como "ilegal".
En un comunicado, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) anunció que el operativo estará centrado en detener a "extranjeros criminales ilegales" que han "acudido en masa" a Chicago porque saben que el "gobernador y sus políticas de santuario los protegerán y permitirán estar libres en las calles de EEUU".
La alcaldía de Chicago restringe la cooperación de las autoridades locales con los agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), a la vez que permite que los migrantes puedan acceder a programas de ayuda sociales de la ciudad sin importar su estatus legal.
Los defensores de este tipo de políticas señalan que son necesarias para mejorar la seguridad de las comunidades, ya que permiten a los migrantes reportar delitos o abusos sin miedo a ser deportados, así como colaborar con las autoridades.
Según medios locales, alrededor de 300 agentes federales están ya apostados en la estación naval Great Lakes al norte de la ciudad
En Boston, por su parte, los medios locales también han informado de un aumento en la presencia de agentes del ICE en la ciudad, días después de que el Departamento de Justicia demandara a la alcaldesa de la ciudad, Michelle Wu, por sus políticas proinmigrantes.




