Quita, quita
El día que me decida a entrar en política montaré un partido del que yo seré secretario de organización, candidato electoral y único votante

Ignacio Martínez de Pisón: "Llegó el comandante y mandó a parar"
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Madrid
Llegó el comandante y mandó a parar. En el mes de agosto, visitó Feijóo las comunidades del PP devastadas por los incendios, y sus presidentes, que hasta entonces habían dicho Diego, empezaron a decir digo: ¡digo que no me han mandado aviones ni helicópteros!
Llegó el comandante y mandó a parar. El Gobierno de Sánchez se ofreció a condonar una parte de la deuda autonómica, y los mismos presidentes del PP que empezaron viéndolo con buenos ojos dicen ahora que nanay. Donde dije quita, quita quita.
Si hiciéramos una encuesta en esas comunidades acerca de la lucha contra el fuego, seguro que todos estarían a favor de la colaboración entre las administraciones. Y si preguntáramos por ese dinero que podrían destinar a mejorar la calidad de vida de sus conciudadanos en vez de al pago de intereses, seguro que también. ¿Pero dónde está escrito que los políticos tengan que velar por la seguridad y el bienestar de sus paisanos, cuando para sus propias aspiraciones políticas lo más beneficioso es atenerse a las consignas de su partido?
El día que me decida a entrar en política montaré un partido del que yo seré secretario de organización, candidato electoral y único votante. Es la única manera que se me ocurre de escapar a las servidumbres de los partidos, que exigen sometimiento absoluto y condicionan las políticas locales a las estrategias nacionales, en este caso la de acoso y derribo al gobierno de Sánchez.
Echo de menos a los llamados “barones regionales”, que, como el recientemente fallecido Javier Lambán, concebían su presidencia como un fin, y no como un medio para dar el salto a un ministerio. Gracias a eso, Lambán fue siempre libre de decir lo que pensaba y no tuvo que hacer más reverencias de las necesarias.




