Boyero se defiende de los que le dicen que no le gusta nada: "Me lo recriminan"

El crítico de cine, Carlos Boyero, volvió a dejar claro en La Ventana de la SER que su criterio no se rinde ante las modas ni ante los éxitos de taquilla. "Alguien me recriminaba: 'si es que no le gusta nada'. No, hombre, no. Me gusta lo que me gusta", respondió entre resignado y desafiante.

Esta vez, su diana fue Misterioso asesinato en la montaña, una comedia negra francesa dirigida y protagonizada por Franck Dubosc. "La sala estaba llena, pero las risas no se me contagiaron. Me gustó poco. El guion intenta abarcar demasiadas cosas y da la sensación de que van improvisando sobre la marcha," sentenció Boyero, que no se dejó impresionar por el éxito comercial del filme en Francia.

La película, que arranca con un accidente provocado por un oso en los Alpes del Jura y deriva en una trama de enredo con cadáveres, drogas y dinero escondido, ha sido comparada con Fargo por su mezcla de humor negro y crimen rural. Pero Boyero no entró en el juego: "Me suele ocurrir con las comedias del cine francés. No me divierten mucho, tengo mis prejuicios".

Sin embargo, no todo es rechazo. El crítico recordó con cariño una comedia francesa reciente que sí le tocó la fibra: Por todo lo alto, de Emmanuel Courcol. "Era una comedia sobre dos hermanos que no se conocían y que se reencontraban por un trasplante de órgano. Me pareció una película bonita, muy tierna. Me lo pasé muy bien viéndola", dijo en antena.

Boyero celebró el "desenlace brillante" y el "comedido metraje" de 103 minutos, en una época "dominada por la duración alargada". Y añadió: "Para pasárselo bien no hace falta recurrir a fórmulas baratas, esta película lo consigue con inteligencia y contención".

A pesar de sus reservas con el cine francés contemporáneo, Boyero no reniega de sus grandes nombres: "Hay directores que adoro y adoraré siempre, como Jean Renoir, Jacques Becker, Jean-Pierre Melville o muchos de la Nouvelle Vague. Muchas películas de Truffaut, Jean Vigo…".