Hora 25El análisis de Xavier Vidal-Folch
Opinión

Úrsula rectifica

Llega tarde, pero más vale eso que nada

Úrsula rectifica

Madrid

Úrsula rectifica. En este año incompleto de su segundo mandato no parecía ser la misma. Su coraje y sus éxitos de cuando la pandemia, la recuperación, los eurobonos y los pactos verde y digital se iban diluyendo en los meses recientes.

Ha prodigado errores que dibujaban una tremenda marcha atrás.

En inmigración, apoyando con descaro las deportaciones masivas a campos de concentración exteriores, como los de Giorga Meloni.

En el compromiso medioambiental cediendo fácilmente ante los lobis que pedían un retraso en el calendario de la renovación energética.

En los proyectos económicos y presupuestarios, donde apenas queda rastro de su impulso a la deuda mancomunada, los eurobonos.

Y en política exterior, con su penosa sumisión ante Donald Trump y sus aranceles. Y su silencio o timidez ante los crímenes de Netanyahu en Gaza.

Pero parece que hoy a vuelto a nacer, con dinamismo.

Con un año de retraso va asumiendo las posiciones contundentes del anterior Alto Representante de la Política Exterior, Josep Borrell: sanciones al Gobierno israelí y la solución de los dos Estados. Llega tarde, pero más vale eso que nada.

Aunque no ha sido ese el asunto principal en su discurso sobre el Estado de la Unión ante el Parlamento Europeo. Sino el apoyo a Ucrania. Con una buena propuesta: que los ucranianos sigan siendo fértiles diseñando drones avanzados, y creando prototipos, que en la UE les apoyaremos fabricándolos masivamente, en serie. Al menos, tanto como los rusos.

Xavier Vidal-Folch

Periodista de 'EL PAÍS' donde firma columnas...