Las reacciones de la política estadounidense tras el asesinato de Kirk: republicanos y demócratas piden respetar la democracia

Madrid

El asesinato del activista ultraconservador Charlie Kirk, afín a Donald Trump y con gran relevancia en las campañas electorales del actual presidente, ha tenido lugar en un contexto de violencia política en Estados Unidos que cuenta ya con un largo recorrido.

La muerte de Kirk ha vuelto a despertar este complejo clima político, lo que amenaza empeorar aún más la situación. Sin embargo, tanto entre los demócratas como los republicanos, hay diferentes voces que se han alzado para tratar de aplacar esta tensión y pedir respeto por la democracia.

Entre las figuras más destacadas está la del gobernador republicano de Utah, Spencer Cox, quien hizo un llamamiento a la calma. "El problema con la violencia política es que genera una metástasis y en algún punto se debe frenar o puede volverse mucho peor", expresó este viernes en una rueda de prensa con el FBI, en la que también culpó a las redes sociales de ayudar a propagar este tipo de violencia.

En el caso del Partido Demócrata, ha sido su líder en el Senado, Chuck Schumer, quien ha tratado de pedir unidad. "Es un momento en el que toda América debería estar unida", ha señalado en una comparecencia junto con su homólogo en la Cámara de Representantes. Schumer ha insistido en que la violencia es un mal que afecta a muchas personas y corrientes políticas diferentes contra el que se debe luchar de forma conjunta.

En un primer momento, el discurso del presidente Trump al respecto fue bastante duro y cargado de mensajes en contra de la izquierda radical; sin embargo, en las últimas horas parece haber rebajado el tono de sus alegatos sobre el asesinato.

El presidente estadounidense ha señalado que Charlie Kirk no era violento y que le gustaría que la ciudadanía actuase igual, una postura que el presidente no ha mantenido cuando han tenido lugar otros casos de violencia política.

Ejemplo de ello fue el asesinato de una congresista demócrata en Minnesota en junio, cuando el mandatario norteamericano no quiso ni llamar al gobernador del Estado. Asimismo, Trump se burló del marido de la demócrata Nancy Pelosi cuando este fue agredido con un martillo en su domicilio.

No obstante, la realidad es que la violencia política en el país no ha dejado de crecer en los últimos años. A estos ataques se suma el atentado fallido contra el propio Trump hace un año o el lanzamiento de cócteles Molotov contra la casa del gobernador demócrata de Pensilvania este mismo año.