Cada cual escoge en qué parte de la historia quiere situarse, y Madrid se situó en la parte más digna

Madrid

Ayer, mientras, en Madrid, miles de personas conseguían parar el final de La Vuelta ciclista, en una manifestación que sitúa a España a la cabeza de las protestas contras Israel por el genocidio en gaza, a la cabeza en la defensa de los derechos humanos, mientras todavía había quien pensaba que permitir la participación de un equipo de Israel en la competición no iba a tener consecuencias. Mientras todo esto pasaba, Israel seguía masacrando gazatíes.

En realidad, nunca ha dejado de hacerlo, ni cuando les ha pedido que abandonen la Ciudad de Gaza en busca de un lugar más seguro, como si en la Franja existiera un lugar seguro. Les ha seguido masacrando. Los bombardeos son constantes, día y noche, destruyendo lo poco que queda en pie, asesinando a decenas de personas diariamente. Como muestra la conversación que el enviado espacial de la SER a Gaza, Nicolás Castellano, mantenía con un palestino atrapado. Él se llama Atta.

Pues en España hay quien antepone la necesidad de terminar con buena imagen La Vuelta antes que escuchar los gritos desesperados que llegan desde Gaza. La buena imagen es la que dan miles de manifestantes pacíficos, en todas las manifestaciones hay siempre un grupo de descontrolados, impidiendo que una competición que ha sido incapaz de apartar a un equipo financiado por un estado genocida y convertido en instrumento para blanquear la imagen de Israel, circule por sus calles, por nuestras calles.

Como dice Berna González Harbour hoy en El País, la libertad no era cuestión de cañas, la libertad es también esto, un Madrid orgulloso plantando cara al genocidio, la sociedad poniendo al descubierto las vergüenzas de la política incapaz de frenar el exterminio de un pueblo entero.

Hoy habrá de nuevo criterio partidista en la espuma de lo verdaderamente importante. Pero cada cual escoge en qué parte de la historia quiere situarse. Ayer Madrid, los madrileños y los que vinieron de fuera se situaron en la parte más digna.