Javier Guillén, director de La Vuelta, responde tras las protestas: "Cuando llamas a boicotear la carrera y se boicotea, causa un daño"

Madrid

Javier Guillén, director de La Vuelta España, ha valorado en una rueda de prensa la situación vivida en la 90º edición de la carrera ciclista, que se ha visto envuelta en protestas diarias en contra de la participación del equipo Israel-Premier Tech y contra el genocidio en Gaza, produciendo la cancelación de la etapa final. "Lamento y condeno lo ocurrido en la última etapa de La Vuelta. Las imágenes hablan por sí solas. Es inaceptable lo que ocurrió, especialmente en el circuito. No se saca nada bueno de lo que ocurrió. Lamento la imagen que se dio, y eso no se puede repetir", declaró.

El director de la carrera aseguró que se podía "haber convivido las manifestaciones y el deporte" y exigió "respeto a la carrera y a los ciclistas", lamentó las declaraciones políticas que han ido sucediendo durante los días previos al final de etapa en Madrid. "Cuando llamas a boicotear la carrera y se boicotea, causa un daño", subrayó.

Además de agradecer a las 3.500 personas que forman parte de La Vuelta, de las que aseguró que ninguna de ellas abandonó por la posición respecto al equipo Israel-Premier Tech, confirmó que la carrera siguió las normas UCI. "La Vuelta se ha mantenido neutral en la decisión del Israel. Avisamos a la UCI y quedamos pendiente de su decisión. La UCI dijo que el equipo tenía que correr y el equipo decidió no irse", explicó Guillé. Asimismo, el director de La Vuelta confirmó el entendimiento con el CSD y el Ministerio del Interior.

"Sabíamos que era un día complicado. Vimos que se producían incidentes, primero en San Sebastián de los Reyes y Alcobendas, y en el circuito ya había invasión de la calzada. Situación muy difícil, tratamos de poner soluciones, pero a 3 kilómetros de meta otra invasión de calzada produjo caídas de los ciclistas y decidimos cancelar la etapa", explicó.

Todas las declaraciones de Javier Guillén:

"Quiero lamentar, pero especialmente condenar lo ocurrido en la última etapa de La Vuelta a España. Pocos comentarios son necesarios con respecto a lo que vimos ayer. Las imágenes hablan por sí solas. Es absolutamente inaceptable todo lo que ocurrió especialmente en la zona del circuito y también antes de entrar. No podemos sacar nada bueno de todo lo que ocurrió ayer. Lamento mucho la imagen que se dio. Creo que es algo que no se debería de volver a repetir. Como hemos venido diciendo, podíamos haber convivido perfectamente las manifestaciones con la práctica del deporte".

"Sabíamos que era un día complicado. Desde el inicio de la etapa vimos que sucedían diversos incidentes. El primero de ellos nos obligó a desviar el recorrido, evitando el paso, como lo teníamos previsto, en San Sebastián de los Reyes y Alcobendas... y a partir de ahí todas las informaciones eran de que en el circuito se estaban produciendo actuaciones de invasión de la calzada que evidentemente ponían en riesgo que pudiéramos desarrollar la etapa con normalidad".

"Entendimos que la situación era muy difícil. Tratamos de poner soluciones porque lo que queríamos era que la etapa concluyera pero a tres kilómetros a meta se produce otra invasión de calzada en la que corredores caen al suelo. Ya estamos hablando de que no se puede tener un normal desarrollo de la etapa, sino que la integridad de los ciclistas quedó manifiestamente puesta en peligro. Tras esas caídas nos obliga a tomar la decisión de dar por cancelada la etapa. Se considera realizada porque se tomaron tiempos en el kilómetro 44 y tomamos esa solución".

"Durante toda La Vuelta lo hemos estado diciendo. Somos una carrera ciclista y lo que queremos reivindicar es esa esencia. Nosotros somos deporte y es lo que queremos ser. Nos parece muy bien que todo el mundo aproveche la plataforma de comunicación de La Vuelta para hacer la reivindicación que quiera hacer, pero también, igual que nosotros manifestamos respeto por el derecho a la manifestación, queremos y exigimos respeto a la carrera y a nuestros deportistas. El derecho de manifestación protege a aquellos que libre y pacíficamente quieren expresar su opinión, pero también el derecho protege a quienes compiten, trabajan o asisten a la competición. Son dos cuestiones que deben ser compatibles".

"Este respeto no es solo para la carrera, para los deportistas o miembros de la organización, también es para el público que nos ha ido acompañando todos los días en las etapas. Un público numerosísimo que ha salido a apoyar y acompañar a los ciclistas, que solo querían disfrutar de la carrera".

"La posición de la Vuelta es clara: nos guiamos por la normativa de la UCI. Las normas de participación las ponen ellos. Ellos regulan la admisión y exclusión de las carreras y hemos asistido a un principio de legalidad. No hemos entrado en ningún debate, hemos estado concentrados en lo que teníamos que hacer. Lo único que hemos querido ha sido desarrollar la carrera. Es una posición legítima".

"Quiero dar las gracias a las 3.500 personas que componemos La Vuelta. Por cierto, ninguna de ellas se ha ido de La Vuelta como consecuencia de los debates que estábamos teniendo. Las razones han sido por caídas de corredores, enfermedad, o situación familiar, pero nunca se han ido como consecuencia de la postura a la participación del equipo Israel. Y también agradezco el esfuerzo de los equipos y ciclistas. En ningún momento los equipos nos han mostrado su deseo de no correr. Siempre han querido correr. Pese a haber caídas de ciclistas como Javier Romo, que le obligó a tener que abandonar, nunca nos han manifestado que no querían correr".