Los detalles del dispositivo policial de la Vuelta: de las zonas calientes de las protestas a la decena de pelotas de goma lanzadas

Madrid

La Policía Nacional tenía información exacta de las zonas calientes donde los manifestantes iban a actuar en la etapa final de la Vuelta. En tiempo real, la Policía fue informando a los organizadores de la Vuelta para corregir el recorrido de la etapa en función del riesgo que iban detectando.

La propia presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, fue testigo de esas indicaciones, porque iba sentada en el coche oficial con el director de la Vuelta, Javier Guillén.

La Policía garantizó a la Vuelta que podrían llegar a meta sin incidentes, pero sin dar las vueltas al circuito. Habían diseñado incluso un circulo de protección con 14 grupos de la UIP, para proteger a los ciclistas una vez que hubiesen llegado a la zona VIP. Un operativo que la Vuelta aceptó pero al final canceló la etapa a raíz del incidente en la Avenida de Valladolid con un pequeño grupo de manifestantes que paró a los ciclistas.

Fue en ese momento, casi de forma de simultánea, cuando en una acción perfectamente coordinada al recibir una consigna, los manifestantes invadieron la calzada de forma simultánea en Callao, Atocha y Colón. Una acción, insisten fuentes policiales a la SER, que estaba muy bien planificada.

Según estas fuentes policiales, los antidisturbios no recibieron ninguna orden del Ministerio del Interior de aguantar. Como marca el manual, los agentes calibraron el riesgo de su actuación y actuaron para disolver a los manifestantes tras el lanzamiento de vallas y algunas piedras.

Los agentes de la UIP apenas lanzaron una decena de pelotas de gomas ante la hostilidad de pequeños grupos violentos. Uno de los 22 agentes heridos aun se recupera de la fractura en un dedo del pie tras sufrir el impacto de un bloque de cemento.