El CTA considera que la "sanción más ajustada" a Huijsen ante la Real Sociedad hubiera sido de amarilla y no de expulsión

El Real Sociedad-Real Madrid de la cuarta jornada de LaLiga estuvo marcado por la expulsión de Dean Huijsen en la primera mitad durante un lance con Mikel Oyarzabal. El conjunto de Xabi Alonso se impuso por 1-2 gracias a los goles de Arda Güler y Kylian Mbappé, pero, durante cerca de una hora, tuvo que jugar con un futbolista menos.

El madridismo protestó mucho esta decisión del árbitro Jesús Gil Manzano en el terreno de juego al considerar que la acción debió saldarse con cartulina amarilla por tener la opción de llegar Eder Militao a cortar la acción. Sin embargo, Jorge Figueroa Vázquez, desde el VAR, no decidió llamar al colegiado de campo a revisar la jugada y esta se saldó con la expulsión de Dean Huijsen.

En el vídeo explicativo que ya ha publicado el CTA (Comité Técnico de Árbitros) después de la cuarta jornada, una de las jugadas polémicas sobre la que se ha puesto la lupa es precisamente la de Dean Huijsen con Mikel Oyarzabal. Ponen el foco en la diferencia entre "ataque prometedor y ocasión manifiesta de gol". Para el Comité, se trata de una "jugada gris" porque el VAR hace bien en no intervenir. Sin embargo, consideran que "la sanción más ajustada" al defensor del Real Madrid hubiera sido de tarjeta amarilla y no de roja directa.

La explicación completa del CTA

"Esta jugada nos muestra la diferencia entre un ataque prometedor y una ocasión manifiesta de gol. El concepto clave es que la interpretación de la presencia y la distancia de un segundo defensor puede cambiar la sanción entre tarjeta amarilla y roja directa. El árbitro muestra roja directa al entender que se malogra una ocasión manifiesta de gol. La acción presenta dos posibles escenarios en función de un segundo defensor del Real Madrid, clave en la jugada. Si consideramos que podía llegar a disputar el balón, la sanción adecuada sería de tarjeta amarilla por ataque prometedor. Si, como interpretó el árbitro, la distancia hacía imposible esa disputa, se trataría de una ocasión manifiesta de gol, castigada con expulsión. Estos dos escenarios quedan abiertos a la interpretación.

Por ello, este Comité entiende que no se cumplen el cien por cien de los condicionantes necesarios y que la sanción más ajustada hubiese sido tarjeta amarilla. En cuanto al VAR, conviene recordar que solo interviene en errores claros, obvios y manifiestos. Entra dentro de lo que denominamos lances grises, aquellos que admiten más de una interpretación. Por tanto, la decisión debía quedar en manos del árbitro principal y el VAR actuó correctamente al no intervenir".