La otra profesión de Fernando Colomo que pocos conocen y le permitía financiar sus películas
El director español estudió otra licenciatura antes de apostar por el cine
La otra profesión de Fernando Colomo que pocos conocen y le permitía financiar sus películas
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Fernando Colomo (Madrid, 1946) es uno de los grandes nombres de la comedia en España, un género al que ha marcado desde los años 70. Títulos como Tigres de papel, Bajarse al moro o Los años bárbaros son algunos de los que rondan por la mente de los españoles cuando se menciona el nombre del madrileño.
A lo largo de su carrera ha sido candidato en cinco ocasiones a los Premios Goya y al León de Oro del Festival de Venecia, y ha cosechado reconocimientos como el Premio Especial del Jurado en el Festival de París o el Premio del Público en el Festival de Málaga con Antes de la quema. También ha sido un valioso impulsor de nuevas generaciones de cineastas, produciendo las óperas primas de directores hoy consolidados como Fernando Trueba, Mariano Barroso, Icíar Bollaín o Daniel Calparsoro, entre otros.
Su pasión por el entretenimiento y, particularmente, por el cine, nació en el municipio madrileño de Navalcarnero, donde Colomo acudía junto a su familia a pasar los veranos. Allí, su abuelo Marcelo Gómez, era el director del teatro y primer actor, generando en él una fascinación por la interpretación. Pero sería la cinta Los cuatrocientos golpes (1959) de François Truffaut, la que despertaría en Fernando Colomo la vocación por el cine.
"Entonces la censura era atroz", decía Colomo en el último programa de El Faro, asegurando que con 15 años, ya trataba de colarse en las sesiones de adultos del cine de Navalcarnero, puesto lo que dejaban ver con esa edad era "nada". Con 17 años rodó su primer corto sin título, con otros nueve compañeros del colegio, con una cámara super 8 y un presupuesto que no superaba las 250 pesetas.
Pero lo que poca gente sabe de este emblemático director y productor español es que antes de ingresar en la Escuela Oficial de Cine (EOC), se licenció en la Escuela Superior de Arquitectura y trabajar de arquitecto le permitió financiar algunos de sus primeros proyectos. Colomo recuerda que los producía con el director fotografía Javier Aguirresarobe, que le decía "haces un chalé y un corto".
"Javier estaba alucinado porque decía "en el momento en que cobras un chalé te vas a Kodak a comprar negativo". Efectivamente, es que mi obsesión era tener dinero para el negativo porque luego, ya si tienes el negativo, el revelado más o menos, en el caso de la primera película, estaba incluido", decía.
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