La primera entrega siempre sale asequible: lo que hay detrás del éxito de los coleccionables por fascículos

Los quioscos de prensa se visten al comienzo de septiembre con cartones coloridos ofertando todo tipo de colecciones por entregas: desde tomos que desvelan los secretos del cerebro a figuras de la mítica serie de Campeones (también conocida como Oliver y Benji). Con ello, vuelve lo que los expertos denominan como 'ilusión fraccionada', esa sensación que invita a los consumidores a buscar completar semana tras semana una colección.

En España esta temporada de otoño se van a lanzar más de medio centenar de colecciones por fascículos para todos los gustos y edades. "Sobre todo si son relacionadas con niños son las que más salidas tienen", asegura el dueño de uno de los puestos de prensa situado en la Avenida Reina Victoria de Madrid. Lo que los quiosqueros ven reflejado en sus ventas es que este tipo de colecciones son las que más rédito producen, ya que son los propios niños los que empujan a los padres a iniciarlas.

De la reedición de colecciones antiguas a la búsqueda de nichos

Antes de su puesta en venta existe un proceso de ideación y creación llevado por las editoriales del sector. "Una clave fundamental del éxito a la hora de crear colecciones es que el equipo creativo tenga una escucha y una observación activa del mundo, estar en la onda de lo que pasa en diferentes aspectos y ámbitos: desde lo más cultural al fandom más de nicho; y estar muy despierto a la hora de la captación de tendencias", explica Belén Manzano, responsable de RBA Coleccionables, en Código de barras.

A la hora de escoger cuáles serán las colecciones para cada año se hace una revisión de anteriores entregas por si alguna pudiese tener cabida en el contexto de lanzamiento actual. Pero también surgen ideas inéditas. "Tienen que ofrecer algo sorprendente al consumidor, algo ilusionante y que sea coleccionable. Que tú puedas querer ir construyéndolo semana a semana, entrega a entrega. Además de ser un contenido exclusivo", afirma Manzano. Las temáticas están enfocadas en satisfacer un interés global, sin importar dónde salga a la venta, para que pueda ser rentable en la mayoría de mercados en los que se comercialice cada colección.

Los tiempos de publicación están medidos a favor de la editorial

Una de las características de este tipo de recopilaciones es su periodicidad. Los quiosqueros observan cómo los tiempos tan largos para terminarlas afecta a las compras de los últimos fascículos porque la gente se cansa de la espera. Por su parte, las editoriales tienen estudiado que es la mejor forma para mitigar los costes de su creación. "Estas colecciones tienen inversiones potentes y costes fijos altos, y con las colecciones largas son más fácil amortiguarlos", relata Belén Manzano.

Los sobrecostes de completar una colección por entregas

Las primeras semanas son el momento álgido de los coleccionables por fascículos. El precio de los números 1 suele rondar entre los dos y cinco euros, convirtiéndose en el cebo perfecto para atraer a compradores. "Cada vez vienen menos porque la gente tiene menos dinero. Compran el primero y el segundo que son más baratos, pero a lo mejor llegan los siguientes y ya se lo piensan", explica Mariano, el dueño del quiosco situado en la glorieta de San Bernardo de Madrid.

Muchas veces ocurre que se empieza una colección sin tener en mente el coste que supone llegar hasta el final. Desde la Asociación Española de Consumidores (ASESCON) advierten de los sobrecostes que hay detrás. En ocasiones los precios totales pueden llegar a ser hasta un 80% mayor que si se compra directamente en una tienda especializada. "Se juega con esos precios gancho que en ocasiones son 1,99 euros, que parece que estás pagando un euro en vez de dos; y los precios del resto de las entregas aparecen en una letra muy pequeña en los anuncios de televisión y en los cartones de los quioscos pasa prácticamente igual. Se analiza muy bien el comportamiento del consumidor a la hora de hacer esa publicidad", apunta Miguel Ángel Ruiz, presidente de ASESCON.

Si se cancela una colección, tienes derecho a recibirla completa

Belén Manzano afirma que entre el 10 y el 15% de las personas que comienzan una colección la consiguen terminar. Los fascículos que mayor tasa tienen de completarse son aquellos que implican el montaje de un objeto por piezas o la suma de tomos con un orden cronológico con un principio y un final, como pueden ser enciclopedias históricas.

Pero también sucede que en ocasiones son las propias editoriales las que dejan de vender las colecciones a mitad de las entregas. Al respecto, Miguel Ángel Ruiz afirma que los consumidores tienen derecho a completar estas colecciones. "Es como si se estableciese un contrato entre la editorial que hace el coleccionable y el comprador".