Las comunidades trampean el sistema con el que detectan las necesidades educativas del alumnado para ahorrar en recursos
La mayoría de territorios endurecen los requisitos para que los alumnos con trastornos puedan recibir la atención que necesitan en el aula

Las comunidades trampean el sistema con el que detectan las necesidades educativas del alumnado para ahorrar en recursos / GETTY IMAGES

Madrid
Hasta hace unos meses en Madrid un alumno con TDAH (Trastorno del Déficit de Atención e Hiperactividad) podía ser catalogado como alumno con necesidades educativas especiales (ACNEE), lo que conlleva –por ley- una dotación extra de docentes en el colegio para atenderle. Ahora no, su categoría es la de dificultades específicas de aprendizaje (DEA) que ni en Madrid ni en ninguna otra comunidad está regulada, es decir, no conlleva ningún recurso extra para su atención educativa.
Madrid, al igual que han hecho más comunidades, ha cambiado los requisitos, los ha endurecido para evitar tener que poner más recursos en el sistema educativo. El alumnado con necesidades educativas especiales incluye la discapacidad motórica, sensorial, intelectual, los trastornos del espectro autista y los trastornos graves del comportamiento, entre otras.
Las dificultades específicas de aprendizaje incluyen algunos retrasos madurativos, la dislexia, algunos trastornos del lenguaje y la comunicación, la discalculia y los trastornos de atención, entre otros.
La denuncia parte de la Federación de Enseñanza de Comisiones Obreras que ha detectado, analizando los aumentos de alumnado con necesidades y la inversión de las autonomías, que ha bajado el porcentaje de estudiantes ACNEE y, por contra, ha aumentado sobremanera la tasa de alumnos DEA. Hablamos de porcentajes escandalosos. Por ejemplo, en Navarra.
Según el análisis del sindicato, los alumnos con necesidades educativas especiales han bajado un 60% desde el curso 2017-2018, sin embargo, los alumnos con dificultades específicas de aprendizaje han aumentado, en el mismo periodo, un 177%.
Esas mismas variaciones se observan también en la Comunidad Valenciana (los alumnos con necesidades educativas han bajado un 22%; aquellos con dificultades específicas han subido un 119%) o en Castilla y León (los alumnos con necesidades educativas bajan casi un 10% mientras suben un 50% los del segundo grupo)
"Situaciones del alumnado que antes estaban enmarcadas en necesidades educativas especiales y asociadas a un recurso extra según la normativa, en determinado sitios se ha hecho una desviación para que esa misma tipología se considere dentro de la categoría de dificultades específicas de aprendiza", explica Héctor Adsuar, portavoz de Función Pública de Comisiones.
"No es casualidad, las dificultades específicas de aprendizaje no van asociadas a ninguna dotación de docentes extra en el centro para la atención especializada de este alumnado", afirma. En el sistema educativo ahora mismo hay más alumnos con dificultades específicas de aprendizaje (386.000; con un incremento de un 67% con respecto a hace seis años) que alumnos ACNEE (250.000; un 36% más que hace seis años)
Los alumnos DEA, infradetectados
Además, Comisiones alerta de que existe una infradetección en el caso de las dificultades específicas de aprendizaje. La prevalencia en la población en edad escolar de los diferentes trastornos que están encuadrados en esa categoría implica un número de alumnado muy superior al contabilizado en los datos de las administraciones educativas.
"Vemos que el 69% del alumnado que sería esperable, según los estudios de prevalencia, no está detectado oficialmente", explica Adsuar. Según la prevalencia de los trastornos, tendría que un millón doscientos mil alumnos DEA, sin embargo, la cifra no llega ni a los 400 mil.
Sumando todo el alumnado con necesidades de apoyo educativo (ACNEE, DEA, alumnos en situación de vulnerabilidad social y alumnado con altas capacidades), en conjunto, Comisiones Obreras asegura que ha aumentado en un 75% desde 2017. Sin embargo, la inversión de las administraciones no ha crecido en paralelo, la subida ha sido de apenas un 26%. Y, además, hay cada vez una mayor infradetección de las necesidades del alumnado, según este sindicato.

Hiperactividad: Ana Fátima Gómez, de la Fundación Ingada.
El código iframe se ha copiado en el portapapeles




