Le piden a Iñaki Gabilondo una definición de la fe y su respuesta no podía ser más certera: "El ser humano necesita sentirse protegido"

Madrid

Hace ya varias semanas, concretamente el pasado 3 de septiembre, el periodista Iñaki Gabilondo acudía a los estudios centrales de la Cadena SER para reflexionar en El Faro acerca del pasado, del presente y del futuro de nuestra sociedad. Todo ello en el marco de una situación cuanto menos preocupante, protagonizada por el auge de la ultraderecha y el aumento de conflictos bélicos en numerosos puntos del planeta, que llevaba al periodista a reconocer que, por primera vez desde que tiene uso de razón, no veía que el futuro fuera a ser mucho más esperanzador: "Yo soy optimista de vocación, pero ahora mismo no puedo ver el futuro con esperanza, no hay ninguna luz progresista en el horizonte. Los que lo hacen, quieren volver al pasado".

Pero no solo eso. A lo largo de esta entrevista, también hubo tiempo para hablar acerca de otros temas y conceptos más concretos, como pueden ser el silencio o la fe. Todo ello a raíz de las preguntas de Mara Torres, quien quiso conocer la opinión del periodista acerca de este tipo de creencias: "¿Podrías definir la fe?". E Iñaki Gabilondo reconocía que era un concepto que le inquietaba bastante. Principalmente porque desde la iglesia aseguran que es un don de Dios, pero, a la hora de la verdad, no se la terminó de dar a todo el mundo.

La incongruencia de la iglesia

De hecho, reconocía que era salgo que ya ha hablado con personas importantes dentro de la iglesia: "Si es verdad que la fe es un don de Dios, ¿por qué no se lo da a todo el mundo y acabamos así con las discusiones?". El periodista entendía que, si todos abrazáramos esta misma fe, no habría tantas guerras y conflictos en nombre de la fe: "Si es realmente un don, que se le otorgue a todo el mundo y se acaba la discusión". Por esa misma razón, Iñaki Gabilondo no tenía del todo claro que fuera realmente un don de Dios: "Luego no debe ser exactamente un don, pero vete tú a decirle a la iglesia que no es un don. Entonces, ¿Qué es exactamente?".

En ese momento, Iñaki Gabilondo llegaba a la conclusión que era una herramienta perfecta para intentar dar respuestas a preguntas que no sabemos resolver. Una coraza que nos permite protegernos ante algunos de los grandes miedos de la sociedad: "Es una especie de disposición de la voluntad que toma una decisión, a mi juicio, de instalarse en un determinado universo de verdades. Cada ser humano necesita sostenerse por el miedo que da la vida, la muerte y la soledad. Necesita sentirse protegido de cosas, de otros en tribus humanas y de cosas que te resuelvan los enigmas de la vida".

La coraza de la fe

De ahí que la sociedad acabe abrazando la fe como respuesta a todos sus problemas: "Por eso la sociedad se agarra a la fe religiosa, a los comunistas, o a las respuestas holísticas integrales que tratan de resolver todos los enigmas de la vida".

Por lo tanto, Iñaki Gabilondo no cree que la fe sea un don divino, como se explica en la iglesia. Bajo su punto de vista, es una coraza que nos permite estar protegidos ante los principales miedos de la sociedad: "Yo creo que es una búsqueda de protección que uno, en un acto de voluntad, trata acotar un determinado territorio de ideas o de valores y conceptos y se refugia en ellos para sentirse a salvo".