Open Arms cumple diez años salvando vidas: "En el mar no puedes dejar a nadie abandonado"
La Llotja de Mar de Barcelona conmemora el 29 de septiembre el décimo aniversario del Open Arms

Madrid
Hace diez años dos socorristas en las costas de la isla griega de Lesbos, Oscar Camps y Gerard Canals, decidieron hacer algo al respecto de la tragedia humanitaria que se estaba viviendo. Ese primer paso, ese gesto, creció con gran rapidez, convirtiéndose en pocos años en un movimiento colectivo que ha salvado más de 72.000 vidas, y que continúa salvando, defendiendo y ayudando a personas que se echan al mar en busca de un futuro. Para conmemorar este aniversario, el próximo 29 de septiembre en la Llotja de Mar de Barcelona se celebrará un gran evento que será un acto colectivo de memoria, compromiso y reivindicación.
"Me ha venido todo el rescate a la memoria. Eran afganos en ese rescate", ha comenzado diciendo Camps al escuchar la anterior entrevista que se le hizo en La Ventana. "En casa me decían que fuese con cuidado, que no iba a arreglar el mundo. Eso era el éxodo masivo más importante del momento, a mí me sorprendía que no hubiese más gente, pero cuando llegue allí vi que había más voluntarios", ha contado Camps sobre las opiniones que le daban amigos y familiares. "Cuando te levantas del sofá piensas que vas a estar tú solo y te preguntas que puedes hacer tú. Pero había mucha más gente como yo dispuesta a ayudar", indica.
Cuando le preguntan a Òscar Camps un momento que se le venga a la cabeza recordaba este primer rescate hace diez años. "Fue un rescate duro, solo, de noche y con mala mar. La gente que estaba en la playa me empujaba a ir como si yo fuese un superhéroe. Lo que hice contravenía cualquier protocolo de salvamento y de protección, pero lo que conseguí mereció la pena. Las caras de la gente, en concreto de una niña que se me tiro encima en cuanto me vio llegar. Imaginaos como estaban", ha relatado.
Todas estas experiencias, pese a la felicidad inmensa que le producen, le han dejado también alguna secuela. "Si oigo a un niño chillar o gritar los dos primeros minutos son durísimos, por desgracia siempre te acuerdas de lo malo", indica Òscar. Su hija Esther Camps, que también es parte de la ONG, ya se ha encontrado alguna vez con su padre en el mar. Esther ha contado así como se unió a la labor de su padre. "La verdad es que no lo recuerdo mucho. Recuerdo que comíamos a menudo, una vez por semana, y cuando se fue a Grecia se dilataron estas comidas. Hubo una oportunidad que necesitaban ayuda para un movimiento logístico y así me planté en Grecia", ha indicado Esther en La Ventana.
A lo largo de estos diez años, los Camps han participado en multitud de operaciones, "Hemos hecho cosas que eran muy difíciles de hacer, como subir el Danubio en plena guerra o llegar a Gaza a desembarcar comida... Son experiencias que me alegro de haber tenido", ha explicado Òscar Camps.
Ha opinado también sobre las declaraciones del almirante general Piñeiro, máximo responsable de la armada, en respuesta a Vox sobre que nunca van a obstaculizar la llegada a las costas de los barcos con inmigrantes. "La ley del mar es de las más antiguas, los que lo critican son gente que no ha estado nunca en el mar. En el mar no puedes dejar a nadie abandonado", ha sentenciado Camps.
Sobre este odio hacia los inmigrantes que se fragua todos los días en las redes sociales, Òscar Camps ha sido claro. "Las redes sociales son un pozo de odio gobernado por las fake news y tapado por el anonimato. Pero cuando la sociedad civil se activa, mirad lo que pasó en la vuelta ciclista... Ellos tienen que gritar porque son pocos y tienen que hacer ruido, pero a nosotros no nos hace falta gritar", ha finalizado.




