Leonardo DiCaprio: "Estamos en un momento de mucha división y extremismo"

Londres

Leonardo DiCaprio y Paul Thomas Anderson estaban condenados a encontrarse. Sus caminos se cruzaron por primera vez en el año 1996. El actor, un joven veinteañero por aquel entonces, rechazó protagonizar ‘Boogie Nights’, la película de culto sobre la industria del porno que consagró al director californiano. Tenía una buena excusa. Había aceptado embarcarse en el rodaje de ‘Titanic’, el clásico que lo convertiría en la estrella más mediática de Hollywood hasta hoy. El intérprete ha buscado la manera durante años de ponerse a las órdenes de uno de los directores más importantes del siglo XXI, autor de títulos como ‘Magnolia’, ‘Pozos de ambición’ o ‘El hilo invisible’, y al fin han encontrado el proyecto que los une: ‘Una batalla tras otra’, un espectacular thriller que une acción, drama familiar, humor y carga política.

“Ver una película es una experiencia inmersiva y siempre la ves a través de los ojos y la perspectiva del director. Es el medio de expresión para un director. He sido un gran admirador de su trabajo durante mucho tiempo. De hecho, tengo un grupo de amigos amantes del cine y todavía hablamos de sus películas ¿Qué quieren decir? Hay misterio que las envuelve, pero a la vez tiene la habilidad de crear personajes imperfectos con tanta humanidad”, explica DiCaprio, sentado junto a Benicio del Toro durante la entrevista con la Cadena SER en Londres. “Si PTA (acrónimo con el que se conoce a Paul Thomas Anderson) te llama, inmediatamente dices que sí. Y luego preguntas, ¿qué es lo que quieres? Es uno de esos directores que están en la cima”, dice el actor puertorriqueño. Y remata DiCaprio: “Como actor quieres ser parte de su filmografía, quieres mirar hacia atrás y decir, yo trabajé con este tío. Paul Thomas Anderson es ese tío para mi generación”.

El autor lleva obsesionado casi 20 años con adaptar ‘Vineland’, una de las novelas más conocidas de Thomas Pynchon. Paul Thomas Anderson ya había trabajado con material del novelista americano en ‘Puro vicio’, una historia ambientada en los años 60 con un Joaquin Phoenix fumeta, pero aquí decide traerla presente. Y eso es toda una declaración de intenciones por el momento político. ‘Una batalla tras otra’ empieza con las acciones de un grupo revolucionario (Francia 75) en la frontera con México. El objetivo es atacar un centro de detención de inmigrantes (esos campos instalados por la administración Trump con niños en jaulas) y liberarlos. A partir de ahí estos activistas encadenan acciones contra la policía, los políticos y proclaman la revolución contra un estado opresor. "Free borders, free choices, free bodies", gritan los protagonistas.

A ese grupo pertenece el personaje al que da vida Leonardo DiCaprio, un experto en explosivos que ayuda en los operativos de liberación y protesta antes de que los cuerpos de seguridad se les echen encima y empiecen una campaña de represión y caza contra los revolucionarios. La película, al igual que la novela, reflexiona sobre esos espacios de disidencia, de alternativa al status quo, y cómo rebelarse hoy contra un sistema militarizado y la deriva fascista de EEUU. Frente a eso, Paul Thomas Anderson contrapone la implacable represión del Estado, la hipervigilancia, la infiltración en grupos de protesta para reventar desde dentro los movimientos sociales y las operaciones en la sombra de grupos supremacistas blancos.

"Estamos en un momento en el que hay mucha división y mucho extremismo en ambos lados. Y eso se aborda en la película sin proyectar una agenda política. (El director) dice, aquí es donde estamos. Y lo hace con cierta ironía, lo hace con sentido del humor. Así que no parece que haya una agenda política ahí, pero está hablando de seres humanos. Está hablando de nuestra búsqueda de la humanidad en este mundo caótico en el que vivimos. Y lo hace de una manera increíblemente entretenida. Creo que estamos orgullosos de ser parte de una película que se estrena en este momento en particular y que trata estos temas, pero espero que sea una película recordada", se limita a responder DiCaprio y el resto del elenco, bien entrenados con un argumentario para reconocer la dimensión política de esta historia y su relevancia sin señalar directamente las fechorías de la actual administración americana.

Junto a Leonardo DiCaprio están en el reparto Benicio del Toro, como un profesor latino de artes marciales que también ayuda a los migrantes, Sean Penn, en el papel hiperbólico de un paramilitar obsesionado con vengarse de estos revolucionarios, y las dos grandes revelaciones de la película, la joven Chase Infiniti y la cantante, bailarina y actriz Teyana Tayor. Ella es en sí misma la revolución, la combatiente más beligerante que se roba la primera parte de la película. Todo cambia, sin embargo, cuando se queda embarazada y tiene que aparcar su misión.

"Todas las mujeres pueden identificarse con esta historia. Creo que es genial que todos los personajes sean tan diferentes, pero todas seguimos siendo mujeres y seguimos siendo fuertes. Creo que cuando la gente vea esta película, sin duda creará conversaciones muy necesarias. Indudablemente va a remover un poco las cosas y también ayudará a crear un diálogo abierto y saludable que creo que es muy importante. La película es tan humana, tan cruda y tan atrevida que empiezas a sentirte de muchas maneras diferentes. No puedes encasillarla en una sola cosa porque están sucediendo muchas cosas a la vez. Abordamos temas oscuros, pero también podemos reírnos de ellos en algún momento", explica la actriz.

Efectivamente 'Una batalla tras otra' es difícil de clasificar. Es un thriller político, es una película de acción, es un drama familiar y también, a ratos, una comedia divertida y absurda. La historia crece cuando salta 16 años en el tiempo y nos presenta la nueva vida de esos revolucionarios. Los que renunciaron a seguir en la lucha, los que fueron detenidos y delataron a sus compañeros, o los que han tenido que asumir una vida en la clandestinidad, el caso del personaje de Leonardo DiCaprio, para sacar adelante a su hija. Ahí es donde el director se entrega a la locura con persecuciones, giros de guion y un espectacular final. En un Hollywood dominado por secuelas, remakes e historias recicladas, Paul Thomas Anderson vuelve a demostrar su virtuosismo y su pulso en una película vibrante, eléctrica y combativa. 'Una batalla tras otra' es un clásico instantáneo, el gran blockbuster de nuestra era y, posiblemente, la mejor película de este año.