El discurso del rey deja sola a la derecha en su tibia posición contra el gobierno de Israel
Felipe VI evita hablar de genocidio en su intervención ante la Asamblea General de Naciones Unidas, pero sí ha puesto toda la responsabilidad de la masacre en la Franja de Gaza sobre Netanyahu

Enviado especial a Nueva York
Sin peros, ni frases adversativas, Felipe VI ha querido utilizar el atril de la Asamblea General de Naciones Unidas, que esta semana reúne a casi 200 líderes de todo el mundo en su sede de Nueva York, para condenar la violencia que el gobierno de Israel está aplicando sobre la población civil en la franja de Gaza desde hace dos años. El rey no ha utilizado la palabra genocidio, un calificativo que rechazan los partidos de la derecha en el Congreso y que sí emplea el gobierno, pero la contundencia de su discurso, cargando de forma explícita contra Netanyahu, deja solos en su posición tibia PP y Vox.
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Felipe VI ya había condenado la semana pasada desde Egipto el "brutal e inaceptable sufrimiento" en Gaza, defendiendo también abiertamente la necesidad de dar pasos para constituir un "Estado palestino viable". Pero este miércoles el rey ha ido un paso más allá señalando a al ejecutivo israelí de provocar ese sufrimiento. "No podemos guardar silencio, ni mirar hacia otro lado, ante la devastación, los bombardeos, ante tantas muertes entre la población civil, o ante la hambruna". "Son actos aberrantes que están en las antípodas de todo lo que este foro representa. Repugnan a la conciencia humana y avergüenzan al conjunto de la comunidad internacional", ha dicho el monarca, que a continuación ha apuntado claramente a Israel como responsable de esa situación.
El rey, que desde su acceso al trono ya había intervenido en otras cuatro ocasiones ante el plenario de Naciones Unidas, reconocía esta misma semana durante un encuentro con la colectividad española en Nueva York, que esta vez su intervención se producía en un momento "crucial", con un mundo que traslada una "impresión de desmoronamiento". Felipe VI ha querido apelar a los vínculos que unen a la sociedad española con la israelí para no culparla de los planes de su gobierno. "España es un pueblo profundamente orgulloso de sus raíces sefardíes. Por eso nos duele tanto, nos cuesta tanto comprender lo que el gobierno israelí está haciendo en la Franja de Gaza. Por eso clamamos, imploramos, exigimos: detengan ya esta masacre".
Un paso del rey que deja sola a la derecha
La intervención de Felipe VI achica el espacio al PP, que lleva semanas en un juego de equilibrios entre el discurso de la dirección de Génova, que condena las actuaciones de Netanyahu, y el de otros perfiles del sector más duro como Isabel Díaz Ayuso o el expresidente del Gobierno José María Aznar que, además de poner el foco únicamente en la responsabilidad de Hamás, evitó la palabra "genocidio" y optó por calificarlo como "lo que está haciendo Israel".
Ayuso, por otro lado, se desmarcó del PP nacional y su endurecimiento de discurso contra Israel. Tampoco pronunció la palabra "genocidio" y aseguró que se estaba "demonizando" a la "única democracia de Oriente Próximo", "legitimando a regímenes". "Todo esto es parte de un plan político totalitario", denunció Ayuso.





