Nadie Sabe Nada
Humor

Berto Romero señala el paso atrás del ser humano a nivel evolutivo

El cómico reivindica los cuerpos reales y fantasea con una humanidad peluda que respira por la boca

Berto Romero señala el paso atrás del ser humano a nivel evolutivo

Cada verano, Berto Romero se enfrenta a una pregunta que parece menor, pero encierra una crítica profunda: ¿Quién decidió qué es un cuerpo normativo? En uno de los últimos episodios de Nadie Sabe Nada, el cómico catalán desmontó, con cierta melancolía evolutiva, los estándares corporales que se imponen cuando suben las temperaturas.

"Tú sabes esta frase que dice 'cuerpo normativo'… cada vez que llega el verano, pienso: ¿pero esta norma quién la ha puesto?", se preguntaba Romero, entre risas.

La expresión "cuerpo normativo", que en teoría alude al cuerpo considerado "normal" o "aceptable” según los cánones sociales, se convierte en una paradoja cuando se observa la realidad. "La norma se supone que es lo general, ¿no? Pues el cuerpo normativo es todo lo contrario. Es un cuerpo muy extraño, porque nadie lo tiene", reflexionaba.

Romero propuso una alternativa semántica: llamar a esos cuerpos "anormativos". "Esos cuerpos tendrían que empezar a llamarse así. Yo vi un montón de anormativos", dijo, refiriéndose a los cuerpos esculturales que se exhiben en playas y piscinas, como si fueran la regla y no la excepción.

"Era un catálogo andante de cuerpos sudorosos. La gente ya se quita todo… se pueden ir en pelotas y bueno, pues muy bien. Una riqueza humana", añadió, reivindicando la diversidad corporal frente a los modelos impuestos.

Pero la crítica no se quedó ahí. En un giro inesperado, Romero lamentó la pérdida de pelo corporal en la evolución humana, planteando que quizás ese cambio fue un error.

"Qué pena que perdiéramos el pelo como homínidos", dijo, imaginando un mundo en el que el vello corporal ayudara a disimular complejos y regular la temperatura. "Con pelo, la tripa se disimula. Claro, lo que pasa es que te obligaría a respirar por la boca, como los perros".

La escena terminó con una fantasía estética: cuerpos peludos cubiertos por "mantos" naturales. "Le llamaríamos manto. Qué manto más bonito tienes", dijo, entre carcajadas.