Qué hay detrás de los discursos del rey

Los discursos del rey Felipe VI los escribe Zarzuela. En el caso de los tan importantes como el que el miércoles pronunció ante la asamblea general de la ONU, en su factura está el rey, con el jefe de la casa, Camilo Villarino, diplomático curtido en temas europeos y muy conocedor de la política internacional. El discurso, en el que Felipe VI pidió a Israel detener la "masacre" en Gaza por ser "un acto aberrante" que "nos repugna y avergüenza" lleva el sello y la pluma de los dos.

Esto normalmente pasa también con el discurso de Navidad; cuando ya está redactado, se pasa a Moncloa. Cualquier acto del jefe del Estado, por definición, está refrendado por el Gobierno, de hecho, en los actos siempre le acompaña alguien del Ejecutivo y lo que dice, salvo que sea improvisado, está "entre comillas" avalado por el Gobierno.

Esa es la dinámica que se sigue en Zarzuela, pero para responder a la pregunta que puedan hacerse muchos ¿por que no dijo "genocidio" ante la ONU?

Antes del mismo ya se manejaba que no lo iba a decir. No había confirmación pero era lo normal conociendo los entresijos de Zarzuela. La clave no está en si una expresión incomoda o no a un partido u otro, y va mas allá. El discurso se hizo en un determinado escenario internacional.

Normalmente, el rey, en su papel de consenso, utiliza expresiones muy medidas. Muchas horas se habrán echado para llegar al termino "masacre" que usó ante el plenario en Nueva York. Son muy cautelosos, y si António Guterres, secretario general de la ONU, no ha dicho todavía "genocidio" a la espera de lo que diga un tribunal internacional, el rey no va a ir más allá.