Se adentra en Ucrania en plena guerra y aprende una lección muy valiosa
Esa necesidad de aferrarse a la vida, incluso en medio del conflicto, le dejó una huella profunda: "La capacidad de adaptación humana es brutal"

Se adentra en Ucrania en plena guerra y aprende una lección muy valiosa
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En enero de 2023, Rama Jutglar, conocido en redes como Ramilla de Aventura, decidió cruzar la frontera ucraniana en plena guerra. Lo hizo con una cámara, una mochila y muchas preguntas. "Queríamos entender qué se siente al vivir en una capital en guerra. ¿Se puede hacer vida normal? ¿Hay espacio para la diversión?", relató en Transmite la SER.
La respuesta la encontró en Kiev, donde, pese a las alarmas antiaéreas que sonaban varias veces al día, la gente paseaba, hacía skate, tomaba café. "Me sorprendió ver bares abiertos, gente joven intentando mantener la normalidad. Es como un mecanismo de defensa: seamos normales a pesar de todo", reflexionó Rama.
Esa pulsión por la vida cotidiana, incluso en medio del conflicto, le dejó una huella profunda. "La capacidad de adaptación humana es brutal. Lo he visto en otros lugares: gente viviendo a -50 grados, en países que se hunden por el mar, en zonas muy pobres. Siempre hay una forma de seguir adelante", explicó.
Rama, originario de Órgiva (Granada), ha convertido su pasión por los viajes extremos en una forma de vida. En su canal de YouTube, Ramilla de Aventura, acumula casi 300.000 suscriptores que siguen sus travesías por lugares como Siberia, Afganistán o la ciudad más gélida del planeta. En Ucrania, su objetivo no era solo documentar, sino comprender. "Somos youtubers, sí, pero también personas que quieren entender el mundo. No se trata solo de grabar, sino de mirar con respeto", añadió Rama.
Su experiencia en Ucrania se suma a otras hazañas, como el viaje en tren más largo del mundo, que lo llevó desde Portugal hasta Singapur atravesando Rusia en plena guerra.
Desde la Alpujarra granadina al corazón de Kiev, Rama Jutglar ha demostrado que la aventura no es solo adrenalina: también es empatía, observación y aprendizaje. Y que incluso en medio del horror, hay espacio para la vida.




