Estrellas que dijeron "no": los papeles que grandes actores dejaron pasar (y luego se arrepintieron)

Madrid

La historia del cine no solo se escribe con grandes guiones y efectos especiales. Muchas veces, se define por decisiones que parecen pequeñas, como decir sí o no a un papel. Decisiones que pueden cambiar por completo una carrera. Marta Fernández nos trae una nueva Academia de Saberes Inútiles en la que repasamos algunos de los grandes errores de casting de la historia del cine. Fallos que acabaron convirtiendo a otros actores en superestrellas.

Robert Redford, demasiado guapo para El Graduado

Tras la muerte del actor Robert Redford, ha vuelto a circular una anécdota reveladora: quiso interpretar a Benjamin Braddock en El Graduado, pero lo descartaron por ser demasiado atractivo. El papel fue para Dustin Hoffman, que aportaba el aire de tipo común que buscaba el director Mike Nichols.

Tom Cruise no cabía en el Titanic

Titanic podría haber estado protagonizada por Tom Cruise, ya que los directores lo consideraron para el papel Jack Dawson, pero su caché era demasiado alto. Al final, el papel fue para un joven Leonardo DiCaprio, que, aunque no sobrevivió al iceberg, sí saltó al estrellato. Tras Titanic, le ofrecieron incluso ser Anakin Skywalker en Star Wars: El ataque de los clones, pero él lo rechazó... y Hayden Christensen heredó el papel.

Harrison Ford, el comodín del casting

Han Solo e Indiana Jones parecen papeles escritos para Harrison Ford. Pero no lo fueron. Antes que él, se barajaron nombres como Kurt Russell, Al Pacino, Burt Reynolds… y todos ellos lo rechazaron. De hecho, Burt Reynolds también dijo que no a James Bond, Pretty Woman y La jungla de asfalto.

Richard Gere, el segundo plato de Travolta

Si Richard Gere triunfó con American Gigolo y Oficial y caballero fue porque John Travolta rechazó ambos papeles. De hecho, el vestuario de American Gigolo ya había sido hecho a medida para Travolta. Una decisión más que añadir a su lista de rechazos ilustres: también dijo que no a Jesucristo Superstar... y a Forrest Gump.

Cuesta imaginarlo, pero John Travolta fue la primera opción para Forrest Gump. Lo rechazó porque no le veía potencial. Tom Hanks, en cambio, sí lo entendió… y se llevó el Oscar.

Sean Connery, campeón de los rechazos

Si hay un actor experto en esquivar éxitos, ese es Sean Connery. Dijo que no a Gandalf en El señor de los anillos, Magneto en X-Me y Obi Wan Kenobi en Star Wars. ¿Por qué? Porque "no entendía los guiones".

Bruce Willis no entendió Ghost

A Bruce Willis también se le escapó un taquillazo: Ghost. No entendía cómo un fantasma podía resolver un crimen, así que dijo que no… aunque luego se arrepintió. Más aún porque su entonces pareja era Demi Moore. Años más tarde aceptaría El sexto sentido y se redimió.

Brad Pitt no entendió Matrix

El guion de Matrix le pareció demasiado raro a Brad Pitt, y por eso lo rechazó. Por suerte, eso le permitió rodar El club de la lucha. El papel de Neo terminó en manos de Keanu Reeves, tras pasar por las negativas de Will Smith, Johnny Depp, Nicolas Cage y Russell Crowe.

Jake Gyllenhaal y el anillo que no supo entender

En uno de los castings más desastrosos, Jake Gyllenhaal luchaba por el papel de Frodo en El Señor de los Anillos. No sabía que debía usar acento británico ni que el anillo era el objeto clave. Cuando Peter Jackson le pidió abrir una caja durante la audición, Jake lo hizo sin reaccionar. "Eres el peor actor que he visto en mi vida", le soltó el director.

El niño que sí lo entendió todo: Elliot en ET

Hubo una audición que sí salió bien: la del niño protagonista de E.T. Con solo 10 años, Henry Thomas emocionó tanto a Steven Spielberg que el director le dijo entre lágrimas: "Kid, you got the job!" (Chico, el papel es tuyo).