Las víctimas en Gaza, la diplomacia y hasta el nazismo: las mentiras y manipulaciones de Netanyahu en la ONU

Madrid

El discurso que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, pronunció este viernes ante la Asamblea General de Naciones Unidas estuvo plagado de afirmaciones discutibles, medias verdades, manipulaciones históricas o, directamente, mentiras.

A lo largo de su intervención, Netanyahu lanzó varias afirmaciones que contradicen datos oficiales, informes independientes y hechos históricos contrastados.

"Las víctimas civiles son un 33%"

Una de las frases más llamativas fue que “la proporción de bajas entre no combatientes y combatientes es inferior a 2 a 1 en Gaza”, lo que supondría "solo" un 33% de víctimas civiles. Sin embargo, documentos internos de la inteligencia militar israelí, filtrados por medios como Haaretz, reconocen que el 83% de las víctimas mortales en la Franja son civiles.

Organizaciones como Human Rights Watch y también la la ONU han respaldado cifras similares, alertando del elevado número de mujeres y menores entre los fallecidos.

"Palestina no reconoce a Israel"

Netanyahu también afirmó que “los palestinos no quieren dos Estados y no reconocen a Israel”. Aunque, efectivamente, Hamás no reconoce al Estado israelí, la Autoridad Palestina sí lo hace desde los Acuerdos de Oslo de 1993.

De hecho, el presidente Mahmud Abbas ha reiterado en múltiples ocasiones su compromiso con la solución de dos Estados, aunque las negociaciones llevan años estancadas.

"Los palestinos apoyan los ataques de Hamás"

Otra cifra cuestionable fue la que aseguró que “el 90% de los palestinos apoyan los ataques de Hamás del 7 de octubre”. Según la última encuesta del Palestinian Center for Policy and Survey Research, publicada en junio de 2024, ese apoyo se sitúa en torno al 40%, y ha ido disminuyendo desde el inicio de la guerra.

El nacismo y los genocidios: manipulación histórica

Netanyahu también recurrió a la Historia para maquillar el genocidio en Gaza. Preguntó retóricamente si “los nazis pidieron a los judíos que abandonaran Alemania”. La respuesta es que sí, si se entiende “pedir” como “forzar”, tal y como está haciendo Israel en Gaza: antes del Holocausto, el régimen nazi aprobó leyes para expulsar a los judíos y organizó deportaciones forzosas, como las de 1938 a Polonia.

En otro momento, el primer ministro preguntó: “¿Qué genocida avisa a la población de que va a atacar?”. Pues tanto en Ruanda como en Bosnia hubo avisos previos: en Ruanda, la radio señalaba aldeas y nombres propios antes de las matanzas; en Bosnia, los altavoces ordenaron evacuar Srebrenica antes del asesinato de más de 8.000 musulmanes bosnios.