Un profesor, víctima de violencia: "Dejé de usar el ascensor por miedo a encontrarme al alumno"

Madrid

"Me llevó al rellano de la escalera, me arrinconó e intentó agredirme con un puñetazo. Tuve la sangre fría de parárselo". Por su seguridad no incluimos el nombre de este docente ni el centro donde trabaja, pero son muchos los profesores que pueden sentirse identificados con este testimonio. La CSIF, Central Sindical Independiente y de Funcionarios, denuncia el cada vez menor reconocimiento de la autoridad educativa por parte del alumnado.

Pero, ¿a qué se debe este aumento de las agresiones? Según Rocío Díaz Conde, psicóloga clínica y licenciada en Ciencias de la Educación, la aproximación a una respuesta se fundamenta en tres pilares esenciales: familia, sociedad y administración. Destaca la primera de ellas.

"Lo que vemos en las aulas es lo mismo que está en casa". La enseñanza de la emoción, según Díaz Conde, no debe solapar la educación del control de esta estableciendo límites. Esto conduciría a que el segundo de los pilares, la sociedad, se vea encaminada a una deriva en la que la reflexión, dice la psicóloga, queda opacada por comportamientos en los que la autoridad no es respetada.

Pero esta situación, en la que cada vez más docentes se ven inmersos, ha sumado una nueva dimensión, la virtual. La CSIF data en un 23% el porcentaje de maestros y maestras que han sido víctimas de conflictos en las redes sociales por parte de sus alumnos. "Si tu hijo tiene móvil, ¿por qué no le das también una botella de whisky?". Para Rocío Díaz Conde, el peligro se catapulta por el anonimato de las plataformas online, donde la ausencia de un estricto control auspicia las actitudes que los profesores sufren en su día a día.

El colectivo de docentes reclama una reflexión urgente acerca de la falta de respeto ante su autoridad. Uno de cada diez profesores han sufrido una agresión física como parte de una violencia que puede ejercerse de distintas formas. Otro profesor anónimo que vivió una situación de violencia en los pasillos de la escuela ha expresado la dureza de la docencia: "Necesitas tener una coraza emocional en la que no puedes mostrarte débil ante tus alumnos".